*** En la Misa convocada por el
Consejo de Núcleo, el Capellán del NURR destacó la importancia de recodar como un
gesto de hermandad, la calidad humana y labor emprendida por los profesores
Lílido Ramírez y Ermelinda Azuaje, el bachiller Enmanuel García y el empleado
José Gregorio Morillo
Profesores y estudiantes pronunciaron emotivas palabras sobre los homenajeados |
PRENSA
ULA-NURR/Ymarú Pachano (CNP 7914) Tres fueron las enseñanzas impartidas durante
la homilía oficiada por el Capellán de la Universidad de Los Andes en Trujillo,
en memoria de cuatro universitarios que dejaron una gran huella en los espacios
del Núcleo Universitario “Rafael Rangel”. De ellos, dos profesores, Lílido
Ramírez y Ermelinda Azuaje, con una trayectoria académica evidente en la
calidad profesional de muchos egresados; otro, un joven estudiante de Educación
Mención Lenguas Extranjeras, Enmanuel García, cuya responsabilidad, carisma y
empeño por salir adelante, es la principal motivación para culminar la carrera
de sus compañeros que ya no lo ven en el aula; y José Gregorio Morillo, un
trabajador con una vocación de servicio e investigativa plasmada en varios
proyectos.
El homenaje póstumo convocado y organizado
por el Consejo de Núcleo, con el apoyo de la Pastoral Universitaria, permitió a
profesores, estudiantes y familiares de quienes hoy día cumplen otra misión y
cuyo sueños ahora “que están con Dios,
es que seamos valientes, para superar las pruebas que enfrentamos en
estos momentos”, como lo señalará el padre Ángel Araujo, al referirse a las
tres enseñanzas transmitidas: recordar, creer y permanecer en la fe.
En ese sentido, en la Misa, destacó la
importancia del gesto de querer recordar a los referidos universitarios, lo que
representa una muestra de la gran labor que emprendieron… “Debemos creer en un Dios que está vivo…Si
nos dejamos envolver por lo que sucede nos volvemos personas contrarias a la
fe… A veces nos las pasamos poniéndole pruebas a Jesús por eso el gesto de
querer hacer este recordatorio es un gesto de hermandad… Cuando comienzo el
proceso de reconversión… permanezco con Dios, y el evangelio nos invita a
permanecer en la fe a que no desmayemos”. Reflexionó el padre Araujo.
Instrumento
de esperanza
En la homilía, el Capellán de la ULA
Trujillo, luego de elevar una oración
por todas aquellas personas, y en especial por los universitarios, que les ha
tocado partir a otros países en busca de un futuro mejor; felicitó a quienes
aún permanecen en la institución.
“Nuestra tarea es fortalecer a la
universidad…. Valoro los profesores que
dan clases, los felicito por lo que hacen por vacación y pido a Dios para que
permanezcan firmes y sean instrumento de esperanza en sus alumnos, porque en
ustedes los muchachos encuentran fortalezas”, expresó el Presb. Ángel Araujo.
Presb. Ángel Araujo, Capellán del NURR: “El gesto de querer hacer este recordatorio es un gesto de hermandad” |
Lazos
de hermandad
Previa a la Bendición, se escucharon las intervenciones
en homenaje a cada uno de los universitarios que dejaron una significativa
huella en los miembros de la comunidad nurrista.
Le correspondió referirse sobre el Prof.
Lílido Ramírez, a la Prof. Neida Pineda, coordinadora del Departamento de
Ciencias Agrarias; al bachiller Enmanuel García, a un grupo de estudiantes de
Lenguas Extranjeras, acompañados del coordinador del Area de Inglés José Franco;
a la Prof. Ermelinda Azuaje, al Prof.
Geovanny Castellanos, consejero de Núcleo; y al
T.S.U. José Gregorio Morillo,
adscrito al Laboratorio de
Investigación de Filosofía e Inmunología (LIFI), al Prof. Efrén Pérez
Nácar, vicerrector-decano del NURR.
Palabras que fueron más allá de una
semblanza biográfica, pues reflejaron la calidad humana, sensibilidad, amor al
prójimo, compañerismo, lucha, entrega, constancia y otras tantas cualidades de
cada uno de ellos, que merecieron los aplausos de reconocimiento por lo bien
que lo hicieron durante su existencia, por ser ejemplo de quienes les
recordarán por siempre: familiares, amigos, compañeros de trabajo, estudiantes,
profesores y toda aquel que tuvo la oportunidad de conocerles o compartir un
instante con ellos, transformando sus tristezas en alegría.
Como lo refiriera el vicerrector-decano
Pérez Nácar en la mañana del jueves 7 de junio, “sentimientos encontrados”,
porque todos tenían en común “un gran amor por la universidad y Venezuela… y ahora
pasaron a otros plano en el que de alguna forma nos evaluarán” y velarán
“porque la luz del entendimiento brille en este país y tengamos lo que tanto
merecemos”.
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