lunes, 11 de junio de 2018

Rindieron homenaje póstumo a universitarios


*** En la Misa convocada por el Consejo de Núcleo, el Capellán del NURR destacó la importancia de recodar como un gesto de hermandad, la calidad humana y labor emprendida por los profesores Lílido Ramírez y Ermelinda Azuaje, el bachiller Enmanuel García y el empleado José Gregorio Morillo
Profesores y estudiantes pronunciaron emotivas palabras sobre los homenajeados 
PRENSA ULA-NURR/Ymarú Pachano (CNP 7914)  Tres fueron las enseñanzas impartidas durante la homilía oficiada por el Capellán de la Universidad de Los Andes en Trujillo, en memoria de cuatro universitarios que dejaron una gran huella en los espacios del Núcleo Universitario “Rafael Rangel”. De ellos, dos profesores, Lílido Ramírez y Ermelinda Azuaje, con una trayectoria académica evidente en la calidad profesional de muchos egresados; otro, un joven estudiante de Educación Mención Lenguas Extranjeras, Enmanuel García, cuya responsabilidad, carisma y empeño por salir adelante, es la principal motivación para culminar la carrera de sus compañeros que ya no lo ven en el aula; y José Gregorio Morillo, un trabajador con una vocación de servicio e investigativa plasmada en varios proyectos.
El homenaje póstumo convocado y organizado por el Consejo de Núcleo, con el apoyo de la Pastoral Universitaria, permitió a profesores, estudiantes y familiares de quienes hoy día cumplen otra misión y cuyo sueños ahora “que están con Dios,  es que seamos valientes, para superar las pruebas que enfrentamos en estos momentos”, como lo señalará el padre Ángel Araujo, al referirse a las tres enseñanzas transmitidas: recordar, creer y permanecer en la fe.
En ese sentido, en la Misa, destacó la importancia del gesto de querer recordar a los referidos universitarios, lo que representa una muestra de la gran labor que emprendieron…  “Debemos creer en un Dios que está vivo…Si nos dejamos envolver por lo que sucede nos volvemos personas contrarias a la fe… A veces nos las pasamos poniéndole pruebas a Jesús por eso el gesto de querer hacer este recordatorio es un gesto de hermandad… Cuando comienzo el proceso de reconversión… permanezco con Dios, y el evangelio nos invita a permanecer en la fe a que no desmayemos”. Reflexionó el padre Araujo.

Instrumento de esperanza
En la homilía, el Capellán de la ULA Trujillo, luego de elevar  una oración por todas aquellas personas, y en especial por los universitarios, que les ha tocado partir a otros países en busca de un futuro mejor; felicitó a quienes aún permanecen en la institución.
“Nuestra tarea es fortalecer a la universidad…. Valoro  los profesores que dan clases, los felicito por lo que hacen por vacación y pido a Dios para que permanezcan firmes y sean instrumento de esperanza en sus alumnos, porque en ustedes los muchachos encuentran fortalezas”, expresó el Presb. Ángel Araujo.


Presb. Ángel Araujo, Capellán del NURR:
“El gesto de querer hacer este recordatorio es un gesto de hermandad”
Lazos de hermandad
Previa a la Bendición, se escucharon las intervenciones en homenaje a cada uno de los universitarios que dejaron una significativa huella en los miembros de la comunidad nurrista.
Le correspondió referirse sobre el Prof. Lílido Ramírez, a la Prof. Neida Pineda, coordinadora del Departamento de Ciencias Agrarias;  al bachiller   Enmanuel García, a un grupo de estudiantes de Lenguas Extranjeras, acompañados del coordinador del Area de Inglés José Franco; a la Prof. Ermelinda Azuaje, al  Prof. Geovanny Castellanos, consejero de Núcleo; y al  T.S.U. José Gregorio Morillo,  adscrito al Laboratorio  de Investigación de Filosofía e Inmunología (LIFI), al Prof. Efrén Pérez Nácar,  vicerrector-decano del NURR.
Palabras que fueron más allá de una semblanza biográfica, pues reflejaron la calidad humana, sensibilidad, amor al prójimo, compañerismo, lucha, entrega, constancia y otras tantas cualidades de cada uno de ellos, que merecieron los aplausos de reconocimiento por lo bien que lo hicieron durante su existencia, por ser ejemplo de quienes les recordarán por siempre: familiares, amigos, compañeros de trabajo, estudiantes, profesores y toda aquel que tuvo la oportunidad de conocerles o compartir un instante con ellos, transformando sus tristezas en alegría.
Como lo refiriera el vicerrector-decano Pérez Nácar en la mañana del jueves 7 de junio, “sentimientos encontrados”, porque todos tenían en común “un gran amor por la universidad y Venezuela… y ahora pasaron a otros plano en el que de alguna forma nos evaluarán” y velarán “porque la luz del entendimiento brille en este país y tengamos lo que tanto merecemos”.

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