*** En horas matutinas
del 10 de julio habrá una asamblea urgente en la sede de Apula, situada en la
Villa Universitaria, para definir las acciones a seguir
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| Los profesores ulandinos en Trujillo han acatado, casi en un 100%, las recientes protestas del sector universitario (Foto: Carlos Cegarra) |
PRENSA
ULA-NURR / Gilcely Linares (CNP 15.221) Ante la falta de
respuestas oportunas del gobierno nacional, los gremios universitarios analizan
radicalizar las acciones de protesta en los próximos días. El pronunciamiento
lo hizo Johnny Humbría, presidente de la Asociación de Profesores de
Universidad de los Andes (APULA), seccional Trujillo, quien anunció que a las 9
a.m. de este martes sostendrán una asamblea urgente en la sede gremial, ubicada
en la Villa Universitaria, para abordar el tema y fijar posición cónsona por la
ya asumida desde la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de
Venezuela (FAPUV).
De forma pública invitó a los docentes,
así como al resto de integrantes de la comunidad ulandina a participar, pues
los reclamos son justos, en el marco pacífico, democrático y constitucional.
Humbría especificó que el gremio que representa acató entre un 95 y 98% los
recientes paros convocados a nivel nacional y no desestiman intensificar la
lucha emprendida pro defensa de la autonomía universitaria, cancelación de
salarios dignos, revisión del servicio médico-asistencial, funcionamiento de
comedores, dotaciones a bibliotecas y laboratorios, aunado, a la aplicación de
estrategias fehacientes que contrarresten la deserción estudiantil, profesoral,
del personal administrativo, técnico y obrero.
Colapso:
una realidad
A su juicio, “la casa que vence las
sombras ha colapsado, al igual que el país”. Bajo tal contexto, recomendó no
permanecer inertes, por el contrario trabajar en equipo y bajo la premisa de
unidad a favor de la universidad. Los recintos de estudios superiores resultan
gravemente golpeados por la crisis, evidencia de ello es que registran un
cúmulo de problemas, además “están quedando sin estudiantes, trabajadores y
ahora sin profesores”.
Fue enfático en señalar que los vigentes
sueldos se desvanecen con la hiperinflación; en consecuencia, urge sean
sincerados y equiparados con el costo real de la canasta básica, ya que lo
percibido mensualmente no cubre los gastos esenciales para “alimentarse bien,
vestirse bien o cancelar los pasajes”. Desde la óptica del presidente de
APULA-Trujillo, el gobierno nacional le da la espalda al sector universitario,
incluso pareciera no querer rectificar y hasta busca pactar con organizaciones
gremiales afines a sus políticas unas tablas salariales no consensuadas.
También expuso que frente al crítico
panorama venezolano, la universidad, como epicentro del conocimiento, no puede
quedarse callada, debe contribuir, de forma doctrinaria, en el esclarecimiento
o soluciones de dificultades en distintas índoles e impulsar transformaciones fundamentales
que repercutan en la nación, la
institución y, por supuesto, en la calidad de vida de los universitarios.
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