Comunidad universitaria abogó por la rectificación de políticas económicas, sociales y productivas, garantes de reimpulsar el bienestar nacional (Foto / Referencial: Carlos Cegarra) |
*** Como medidas de protesta cerraron el pasado martes los accesos a la Villa Universitaria del NURR, además se concentraron durante varias horas en La Concepción
PRENSA ULA-NURR / Gilcely Linares (CNP 15.221) Exclamado
¡basta de miseria! y ¡salario justo ya!, los trabajadores universitarios del
Núcleo Universitario “Rafael Rangel” (NURR) alzaron su voz de protesta el
pasado martes. A primeras horas del día hubo una toma simbólica de la Villa
Universitaria, convocada por el Sindicato de Obreros de la Universidad de los
Andes (Soula), seccional Trujillo, y posteriormente, con apoyo del resto de la
comunidad ulandina, se registró una manifestación pacífica en la vía principal
de La Concepción, municipio Pampanito.
De forma unísona profesores, personal administrativo, técnico y obrero, aunado a los estudiantes abogaron por la rectificación de políticas económicas, sociales y productivas, garantes de reimpulsar el bienestar nacional. Advirtieron que en el marco democrático seguirán en la calle luchando por justas reivindicaciones.
De forma unísona profesores, personal administrativo, técnico y obrero, aunado a los estudiantes abogaron por la rectificación de políticas económicas, sociales y productivas, garantes de reimpulsar el bienestar nacional. Advirtieron que en el marco democrático seguirán en la calle luchando por justas reivindicaciones.
Voces universitarias
Las acciones
emprendidas son apenas el comienzo de la agenda diseñada, enfatizaron Migravis
Betancourt acompañada de Héctor Marchan, directivos gremiales, quienes
señalaron que la universidad se mantienen abierta gracias al compromiso y
querencia del personal hacia la institución.
Desde hace meses
el artículo 91 de la Carta Magna es letra muerta en Venezuela –coincidieron-
porque no existen bonificaciones dignas, capaces de cubrir las necesidades
básicas de los trabajadores, es decir,
las asignaciones mensuales por concepto de prestación de servicios
técnicos y/o profesionales son irrisorias frente a la hiperinflación actual, situación
que menoscaba la calidad de vida, además causa profunda desmotivación.
Jairo Morales,
coordinador administrativo del NURR, insistió que la casa que vence las sombras
atraviesa una penumbra, sin embargo los universitarios asumen sin miedos la
lucha constitucional y reivindicativa. El profesor Morales refirió que “la
gestión revolucionaria mermó el poder adquisitivo, los servicios básicos, así
como los derechos fundamentales de los venezolanos, de allí la necesidad de generar
un cambio lo antes posible”.
Eudis Ferrer,
asistente de informática y control estudiantil, emplazó a las autoridades
ministeriales a constatar la terrible realidad del NURR, caracterizada por un
presupuesto deficiente, falta de materiales e insumos esenciales, sumado a
fallas en los servicios de transporte y comedor. Por su parte Laura Villegas,
supervisora de almacén de Servicios Generales, comentó que “somos muy mal
pagados; queremos salarios justos, lo que devengamos alcanza para uno o dos
productos, eso no es vida”.
En nombre del
Movimiento 20, Rodolfo Paredes, propuso “establecer una hoja de ruta conjunta
en pro tanto de la academia como mejoras laborales que haga frente al gobierno
de facto a cargo de Nicolás Maduro, quien vulnera hasta los derechos humanos”.
Mientras que la
estudiante de Farmacia, María Gabriela Rosales, apuntó que “la juventud hace el
esfuerzo de estudiar, por acudir día tras día a la universidad, por lo que el
gobierno debe facilitar la formación profesional y a nivel institucional es
pertinente que los gremios diseñen nuevos mecanismos de protesta porque los
paros interrumpen las clases”.
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