*** A propósito de Día
del Estudiante Universitario, los grupos y movimientos estudiantiles del NURR,
la ULA en Trujillo, coinciden en que el conocimiento y el saber son las vías para
lograr transformaciones nacionales
Movimientos
Estudiantiles del NURR trabajan por la reconstrucción nacional y bienestar
institucional (Foto: Carlos Cegarra)
PRENSA
ULA-NURR / Gilcely Linares (CNP 15.221) Ser estudiante
universitario a finales del 2019 en Venezuela no es nada fácil, representa
mayor esfuerzo y compromiso por alcanzar la meta: un título técnico o profesional.
La juventud sortea un sinfín de
vicisitudes económicas, políticas y sociales para acudir a la apreciada Alma
Mater, casa del saber y luz en medio de la oscuridad, situación que ha logrando
fortalecer el espíritu de lucha por la academia y la democracia.
Una academia que necesita de la
autonomía, de los estudiantes, de la democracia, de los principios
constitucionales y viceversa para seguir siendo referente nacional, así como
promotora de soluciones e inventivas sociales.
Desde otrora los estudiantes
universitarios son guerreros, constantes y perseverantes por excelencia,
capaces de alzar su voz de protesta sin titubeos, siempre con respeto,
creatividad e inteligencia a favor de justas reivindicaciones.
Esto y más lo han encarnado durante 47 años los alumnos del Núcleo Universitario “Rafael Rangel” (NURR), la
Universidad de Los Andes (ULA) en Trujillo, siendo la ocasión propicia este 21
de noviembre, Día Nacional del Estudiante Universitario, para que expresen su
sentir y querencia, que en unísono coinciden en pro del rescate de valores,
educación de calidad, una gesta libertaria, una vida digna, pero sobre todo por
los cambios país, los cuales ameritan de transformaciones de forma y fondo
hasta retomar la alternabilidad en el poder.
Valores
y educación como motores
Para Verónica Núñez, cursante de Lenguas
Extranjeras, urge inculcar valores y principios éticos-morales desde el hogar,
sin ellos la juventud no tendrá un rumbo definido. “Los cambios en el país
comienzan con fomentar los valores en casa, al tiempo de estimular las ganas
por estudiar, formarse, y luego retribuir lo aprendido a la sociedad”, dijo.
En el caso de Yusmeri Orellana, alumna
de Contaduría Pública, “el compromiso de los universitarios es batallar por un
mejor futuro porque ahora sencillamente está en juego, también en hacer
cualquier sacrificio por graduarse, generar cambios acompañados del rescate
democrático y la renovación de poderes”.
Entre tanto, María Eliana Bastidas, de
la organización política, estudiantil, ciudadana y libertaria Disobey
Venezuela, seccional Trujillo, insiste que “los estudiantes universitarios
tienen el poder de concretar las ansiadas evoluciones nacionales, siendo la educación
clave en los procesos trazados, aunado a reestructurar la cultura del
venezolano, retomando lo primordial de los valores, haciendo a un lado lo
negativo y dándole cabida a lo positivo”.
Venezuela
necesita de la energía estudiantil
“Todas las juventudes cumplen un rol
esencial en procesos y cambios políticos-sociales, por lo que los estudiantes,
en especial los venezolanos, tenemos una responsabilidad con la universidad
como ente político y académico, de allí la necesidad de seguir de puertas abiertas
acompañada de la luz del conocimiento y de la energía del movimiento
estudiantil porque sin la universidad no hay país y sin país no hay
universidad”.
Tal opinión corresponde a Rodolfo
Paredes, integrante del Movimiento Estudiantil 20, quien agrega que Venezuela
clama por jóvenes proactivos, defensores de la democracia y libertades en
momentos trascendentales.
Los
sueños como bandera estudiantil
En representación del Movimiento Utopía
78, Romina Aiskel Fernández, expresa que “hay que luchar por el mensaje de
utopía desde la independencia, el cual tiene que ver con lo social y si esta sociedad
funcionará fructíferamente de individuo a individuo sería de otra manera”.
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