*** La aseveración corresponde a Johny Humbría, presidente de la organización gremial, quien enfatiza sobre la ausencia de condiciones mínimas para impartir saberes en el Nurr-ULA a partir del 26 de octubre
Apula-Trujillo respetará la decisión de cada catedrático sobre dar o no clases en las condiciones actuales (Foto: Carlos Cegarra)
PRENSA
ULA-NURR / Gilcely Linares (CNP 15.221) A
propósito de la situación país y pandemia por el Covid-19, “no hay condiciones para dar clases bajo ninguna
modalidad en el Núcleo Rafael Rangel (Nurr) de la Universidad de Los Andes
(ULA)”.
Tal afirmación corresponde a la
Asociación de Profesores de la ULA (Apula), seccional Trujillo, presidida por Johny
Humbría, quien califica “como normalidad fingida regresar a enseñar
pretendiendo que nada está pasando, con el alegato que no podemos cerrar la
universidad, cómo si eso fuera nuestra culpa”.
De acuerdo al cronograma
universitario, el 26 de octubre el Nurr comenzará las jornadas no presenciales
para culminar el semestre B-2019, así como el año lectivo de las carreras
anuales.
Múltiples
razones
Al esbozar razones sobre la
posición gremial indica que los encargados de formar a las nuevas generaciones
de profesionales perciben un salario disociado del contexto nacional, en
algunos casos apenas equivale a tres dólares mensuales, siendo imposible cubrir
gastos básicos, condenándolos en tal sentido a una precaria calidad de vida.
Destaca que más del 60% de los
profesores no tienen las herramientas tecnológicas, interfiriendo en la propuesta
de impartir saberes en un sistema digital o a distancia, sumado a la decadencia
de los servicios públicos.
“Las políticas presupuestarias
del régimen no son improvisadas y están cumpliendo muy bien su plan, pretenden
destruir la universidad, así como destruyeron a Venezuela”, apunta.
“Nos matan de hambre”
Para Humbría “el hecho de que
algunos profesores no puedan incorporarse bajo ninguna modalidad, no significa
que no aprecien el bienestar de sus estudiantes y la institucionalidad de la
academia, simplemente es que el régimen nos está matando de hambre, esa es la
realidad, si no cobramos lo suficiente para comer, menos podemos adquirir
aparatos tecnológicos y pagar los servicios para formar de manera on line”.
Desde su óptica “antes de la
pandemia, muchos resistimos y salíamos a las calles para oponernos a lo que
este régimen ha hecho en contra de las universidades, pero ya no podemos
decirle a un profesor que siga haciéndolo frente al objetivo oficialista de
liquidar no solo a la universidad, también de buscar matar de hambre a los
universitarios”.
Insiste que la vocación de sus
colegas no está en discusión, tampoco la situación padecida por los estudiantes,
y aunque reitera la imposibilidad para culminar e iniciar períodos académicos
precisa que la organización gremial respetará la decisión de cada catedrático
al respecto.
Johny Humbría, presidente regional de Apula, afirma que más del 60% de los catedráticos no tienen herramientastecnológicas y devengan un pírrico salario (Foto: Carlos Cegarra)
Participación
profesoral
Durante el receso vacacional la
Coordinación Académica del Nurr consultó, mediante un censo, la disponibilidad tecnológica
y el estatus del semestre no culminado por la suspensión de clases para evitar
la propagación del Coronavirus sin lograr abarcar a todos de los profesores.
En nombre de Apula-Trujillo, Humbría
señala que “el 40% de los catedráticos, quienes no pudieron acceder al censo,
podrían contarse entre aquellos que no tienen los implementos. Por lo que se
deduce que del total de la planta profesoral, sólo un 39% manifestó tener las
herramientas, sin detallar sin estaban dispuestos a reincorporarse a las
actividades”.
Adiciona que “nuestro patrono son
las autoridades universitarias y sí ellos llaman a clases on line, son los
emplazados a garantizar la plataforma tecnológica para cumplir nuestras
funciones académicas”.
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