*** El profesor Kabir Mendoza invita a participar en el rescate del Nurr, casa de estudios superiores que cumple 50 años este 2022, también a demostrar con hechos y acciones el amor por la academia
Cohesionar
esfuerzos por el Nurr-ULA es un llamado común (Foto: Carlos Cegarra) |
PRENSA
ULA-NURR / Gilcely Linares (CNP 15.221) Cohesionarse,
luchar y trabajar por la continuidad de la universidad autónoma en el estado
Trujillo es una prioridad. La opinión corresponde a Kabir Mendoza, coordinador de la
Dirección de Asuntos Estudiantiles (Daes) en el Núcleo Universitario Rafael
Rangel (Nurr), quien enfatiza la importancia de vencer las sombras con
fehacientes hechos y acciones.
“Sabemos que atravesamos momentos difíciles,
tiempos duros, no estamos desconociendo esa realidad, sin embargo, vale la
pena, el esfuerzo, el sacrificio que mancomunadamente podamos consolidar y
unirnos a propósito del rescate del Núcleo Universitario Rafael Rangel (Nurr)
en sus 50 años este 2022”, advierte el miembro del Departamento de Ciencias
Pedagógicas.
En su 50 aniversario, el Nurr requiere solidaridad trujillana
Recomienda diseñar una estrategia,
capaz de cumplir sus objetivos frente a las adversidades actuales y desafíos
por venir, para avanzar en la titánica tarea de mantener viva la universidad, viva
con la intención de seguir formando capital humano, haciendo extensión e
investigación, y por supuesto siendo tanto una aliada de las comunidades como
del progreso regional.
ULA conmemora su
237 aniversario
Pro Nurr
Según el psicólogo es oportuno, pese
a los problemas, “avanzar, fortalecernos, lo cual se logra al tener ánimo, amor
por la Alma Mater, levantarse con fuerza y motivación”. Sin titubeos afirma que
“urge dejar las diferencias a un lado, dar un paso al menos para escucharnos y
comenzar a tejer nuevamente la integración vital, como estructura, porque aislados
no prosperaremos en el rescate del Nurr”
Desde su visión, la unificación de perspectivas,
lo cual es respetable y aplicado en la pluralidad académica, es otra de las
claves en las gestiones pro equilibrio y salvamento de la Universidad de Los
Andes (ULA) en Trujillo. Mendoza
reconoce que la pandemia por Covid-19 “logró desarticularnos, pues han sido dos
años de pasividad” y apenas comienzan a reactivarse con mayor frecuencia las
actividades presenciales.
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