En la Villa Universitaria del Nurr fue pronunciado
el discurso de orden (Foto: Carlos Cegarra) |
Discurso de orden del profesor Pedro
Rivera Chávez en el cincuentenario del Nurr
2022-1972 Dos simples fechas, que al restarlas
nos da 50; número de años que al trasladarlo al acontecimiento que estamos
viviendo nos indica que el Núcleo Universitario Rafael Rangel (NURR) arriba hoy
(23 de junio) a sus 50 años de fructífera labor esparciendo el conocimiento
para mejorar las condiciones de este bravo y noble pueblo de Trujillo.
Son 50 años de existencia, se dice fácil, pero
si nos adentramos a lo largo de estos más de 18250 días nos encontraremos un
cúmulo de sinsabores, frustraciones, incomprensiones, imperfecciones, golpes
bajos, pero suceden también logros, éxitos, realidades tangibles, como sucede
en cualquier institución en un lapso de vida como lo constituye la realidad que
hoy vivimos.
Estamos plenamente seguros que si colocamos
esta realidad en una balanza, el fiel de la misma, se inclinará hacia el
aspecto positivo, como lo es el de haber logrado que más de 13.500 estudiantes
de pregrado han egresado de sus aulas convertidos en profesionales honestos y
capaces, que un número similar haya cursado el ciclo básico en las carreras no
terminales para ir a la búsqueda de su título, el logro más apreciado que se aspira
como estudiantes, en la ilustre y Bicentenaria Universidad de Los Andes (ULA)
en Mérida.
Que en sus aulas se dicten 26 carreras, cifra no
alcanzada por ninguna otra institución de Educación Superior en el estado. Que
en el último informe del CDCHTA, el NURR ocupe el primer lugar en investigación
entre las diferentes facultades de la ULA, así como otros logros significativos
a lo largo de sus 50 años, que nos acredita no sólo como la única Universidad
autónoma, pluralista y democrática de Trujillo sino como la primera casa de
Educación Superior que vence las sombras es el estado.
Considero que para afianzar esta postura
existen 3 hechos significativos y transcendentales que constituyen paradigmas
en la educación universitaria del Estado.
El primero es el amalgamiento que se produjo
en la comunidad trujillana, cuando un pueblo unido, sin ataduras políticas, sin
las zancadillas propias que se viven en los eventos significativos del país, decidió
atravesar los riscos y páramos andinos, en una proeza verdaderamente histórica,
formando una caravana cívica que llegó y desfiló por las calles de Mérida de
los Caballeros, dejando atónitos a los pobladores de la capital de dichos
estados, la cual llegó hasta el propio recinto de la Ilustre ULA, para
solicitar de las autoridades universitarias y del Consejo Universitario la
petición de una extensión universitaria para la ciudad de Trujillo, que
permitiese que sus hijos sin alejarse de su lar nativo y de sus hogares y
amigos, pudiesen incorporarse a las aulas universitarias para adquirir los
conocimientos y hacerse profesionales, que les permitiese ingresar al mercado
de trabajo y obtener una mejor calidad de vida.
Que noble enseñanza nos dejó esa atrevida
odisea de un pueblo en comunión perfecta de su gente, con la realidad imperante
de un pueblo que no había podido erradicar el caudillismo, característico de
los pueblos andinos, pero que sobrevivió a ese trance y se hizo sentir.
Aquí esta estampada con tal hecho la primera
enseñanza que debemos analizar y hacerla propia en nuestro quehacer del día a
día: un pueblo unido en todos sus estamentos es capaz de alcanzar los mejores
logros, que a veces nos parecen
inalcanzables. Quienes se unen pueden lograr cualquier acometido; quienes
siembran las discordia pensando que lo pueden lograr solos, sucumben en sus
innobles propósitos. Los cementerios están llenos de estos ególatras.
El segundo hecho, es el sello personal que
cada uno de los 19 Vicerrectores que han ocupado la conducción del NURR le han
dado, y aquí no quiere entrar en consideración de quienes han sido mejores,
porque ese es un capitulo que lo dirá la propia historia, sino por el contrario
me permito asegurar que cada uno de ellos y que de acuerdo con la época en la
que les correspondió gobernarlo, dieron lo mejor de sí, persiguiendo siempre el
noble propósito de que su gestión le permitiese al NURR alcanzar sus más nobles
propósitos y si algo no se hizo, no fue por emisión, sino porque las
condiciones imperantes no lo permitieron, o se presentaron imprevistos por lo
que no se logró.
Desde la creación del NURR por decreto del
Consejo Universitario del 23-06-72, hasta el día glorioso de hoy en que se
arriba al 50 aniversario, la gestión de conducción del NURR ha sido impoluta
habiendo sufrido adversidades de toda índole.
Hoy día el NURR al igual que las otras
universidades del país atraviesa la peor crisis de su historia. Una crisis
diabólica causada por el desmedido ataque del gobierno nacional, que
prácticamente nos tiene acorralados, habiendo incluso mancillado su autonomía.
Las Universidades autónomas están sometidas a
una serie de violencias: Una violencia física que se manifiesta a través de
ataques de bandas armadas oficialistas a los diferentes campus universitarios,
así como permitiendo que sectores y grupos vandálicos roben y saqueen sus
instalaciones; igualmente existe una violencia legal cuando a través de
instancias judiciales se permite la imposición de reglamentos amañados,
destituyen funcionarios y nombran autoridades; así mismo mantiene una violencia
presupuestaria que ha conllevado al estrangulamiento de las Universidades, al no
concederles recursos para su mantenimiento y gastos propios en el manejo de
ellas y mantener al personal que labora en cada universidad con sueldos de hambre y sin protección social
alguna.
El NURR y las demás universidades del país
deben ser reformadas y esto es un deber impostergable, pues ellas deben estar
en el centro de un gran debate nacional, basadas en su capacidad transformadora
de la sociedad.
A esta calamidad se sumó desde hace casi 3
años la pandemia causada por el Covid19,
que ha causado estragos a nivel mundial y que ha motivado a la transformación
de nuevos sistemas de enseñanza de un nivel presencial a otro semipresencial y
online.
Nuestra casa de estudios también ha sido
tocada por esta pandemia y aquí pudiéramos señalar como lo hizo el oficial
cuando le llevó el parte de la batalla de Carabobo a nuestro Libertador a quien
le dijo: General, las bajas son relativamente pocas pero dolorosas. El NURR se
vió sacudido por la pérdida de dos firmes baluartes, dos bravos capitanes, de
esos que nacen cada 100 años como decía Pablo Neruda: Se nos adelantaron en el
camino Ulneiver Mejías y Guido Hidalgo.
Este segundo hecho es una realidad tangible e
histórica porque el resultado, producto de la gestión de quienes les ha
correspondido dirigirlos destinos de nuestro amado NURR han sido y son fáciles
de observar ya que se han traducido en hechos reales que han mantenido la
calidad de la enseñanza impartidas, en el alto número de egresados, en lo
impoluto del proceso de investigación que adelantan grupos e individualidades
que permitió al NURR ocupar lugares de primer orden dentro de la estructura de
la ULA, en el innegable papel que el NURR ha jugado en la transformación de la
sociedad trujillana, que dio al traste con el caudillismo imperante en la época
de su creación, en la creación de numerosas fuentes de trabajo directas e
indirectas que han contribuido a mejorar status económico de los moradores de
esta tierra de Cristóbal Mendoza y Laudelino Mejías, en el mejoramiento del
nivel académico de los docentes que ha conllevado a ser unas de las facultades
de la ULA con mayor número de profesores titulares, con la producción de
numerosos textos por parte de los docentes, reposando más de 200 en los
anaqueles de nuestra Biblioteca, con la producción de más de ocho revistas, que
han logrado ocupar puestos de privilegio dentro de las más de 100 publicaciones
que tiene la ULA, con la asistencia a numerosos eventos nacionales e
institucionales, donde nuestros docentes han sido ponentes de trabajos
relevantes, con la planificación y ejecución de un gran número de bienales
organizadas por nuestro museo “Salvador Valero” donde se ha recogido y evaluado
el trabajo de los cultores de diferentes pueblos y regiones del país.
Toda esta gamma de producción académica,
cultural y deportiva ha sido obra de las sabía conducción de los Vicerrectores
y sus equipos que han llevado al NURR a mantenerse como la primera casa de
estudios superiores de nuestro estado Trujillo, siendo propicio este momento
para hacer una reflexión sobre la importancia de quienes con la más férrea
vocación, han contribuido a la proyección y creación de nuevos saberes, de
profesionales que con conciencia ética y una clara y límpida responsabilidad,
se han constituido en guías de hombres y mujeres integrales.
El tercer hecho que quiero considerar es el
del epónimo del NURR. Nuestra casa de estudios expande su luz desde el
23-06-1972 por decreto del Consejo Universitario siendo designado como su
primer Coordinador el Dr. Antonio Luis Cárdenas, y se inicia como NUT, Núcleo
Universitario de Trujillo, manteniendo dicho denominación hasta el 25-04-1977,
cuando en la ciudad de Betijoque, por disposición de las autoridades
universitarias se le denominó “Núcleo Universitario Rafael Rangel”.
El Núcleo desde esa fecha tiene nombre de
sabio auténtico y definitivo, hombre generoso y virtuoso que supo dar luz a la ciencia
en el país, cuando aún éste caminaba a ciegas de tal conocimiento. Ya la
eponimia trujillana es una razón de triunfo para la casa del saber que nos
cobija, y en esta perspectiva hemos querido ver el trabajo que aquí se cumple.
Sólo el ámbito espiritual de Rangel es un aliciente para que esta Universidad
funcione y sirva. Constituye epónimo de grandeza y prestigio definitivo por la
secularización de los años.
Rangel nace el 25 de abril de 1877 a las 9 a.m.
siendo su abuela Jerónima Peña de Matos, quien funge como comadrona y procede
del hogar conformado por Teresa Estrada y Eusebio Rangel Moreno. Teresa muere
el 29-10-1877 cuando Rangel sólo contaba 6 meses, comenzando así la tragedia
que lo envolvería hasta su trágica muerte, y pasaría al cuidado de su tía
Ramona Estrada.
El 29-10-1877 es bautizado en la Iglesia
parroquial de Betijoque, simultáneamente con la sepultura de su madre. Cursa
sus estudios de primaria en Betijoque y pasa luego a cursa Teología en el
Seminario Diocesano de Mérida del cual se retira para incorporarse al Instituto
Maracaibo. De allí pasa al Colegio Bolívar para cursar su educación secundaria,
graduándose de Bachiller en Filosofía en 1896 a los 19 años.
Posteriormente se dirige a Caracas y se
inscribe en la UCV para cursar el primer año de medicina tomando las
asignaturas de: Bacteriología, Anatomía, Histología, Física y Química Médica
teniendo como docentes entre otros a José Gregorio Hernández y Luis Razetti
obteniendo altísimas calificaciones. Se inscribe en el segundo año el cual no
termina, tomando parte en un concurso de externos del Hospital Vargas, los
cuales deben presentar la Tesis del hueso coxal, obteniendo el Br. Rangel el
segundo lugar con una puntuación de 193/5 puntos.
Rangel pasa al Instituto Pasteur de Caracas a
recibir clases del Dr. Santos Anibal Dominici quien le facilitó su ingreso a
las salas San Miguel y San Vicente de Paúl, que le permiten incorporarse de un
modo absoluto en el campo de su preferencia: el laboratorio. De José Gregorio
aprende los conocimientos en técnicas de Parasitología microscópica, coloración
de microorganismos, elaboración de medios de cultivo, así como la inoculación
de gérmenes patógenos en animales de laboratorio.
Rangel sufre de tuberculosis pulmonar y por
recomendación de su mentor el Dr. Dominici regresa a Betijoque, pasando luego a
la Mesa de Esnujaque para su restablecimiento, regresando a Caracas para
incorporarse a su laboratorio. En el año de 1902 a sus 25 años se le designa
como jefe del laboratorio de Histología y Bacteriología del Hospital Vargas
desarrollando un fructífero trabajo y a instancias de José Gregorio Hernández
toma como nueva línea de investigación el estudio sobre la estructura y
fisiología del sistema nervioso.
Le solicita ayuda al presidente Cipriano
Castro, para dotar y equipar el laboratorio con microscopios y otros
implementos, lo que le permite a Rangel convertirlo en un gran centro que serviría
no sólo al Hospital Vargas, sino como un centro de investigación modelo del
país, lo que le permite con el trabajo diario, un bagaje de producción
científica que se traduce en una vastísima producción de publicaciones.
Como parasitólogo consumado y eficiente
descubre los agentes etiológicos de la Uncinariosis en seres humanos y
Derrengadera en los caballos. Un hallazgo básico lo obtiene Rangel con muestras
de heces al observar el parásito Necator americanus.
Finalizando 1904 logra en la región de los llanos
venezolanos descubrir la causa de la
Derrengadera en los caballos al observar en análisis de sangre Trypanosomas. El
Doctor Enrique Tejera en 1920 descubre algunos flagelos conjuntamente con los
del Trypanosoma Cruzi y los denomina Trypanosonarangeli en honor al científico
Rangel.
En Coro, Rangel da con el diagnóstico del Antrax
producido por bacterias en cabras, cuya enfermedad se conoce con el nombre de “El
grito de la cabras”; de igual modo investiga los cueros de los mataderos de
Valencia y en ovejas y cabras en Coro determinando que el agente productor es
el Bacillus Anthracis.
En Caracas Rangel se dedica al estudio de los
zancudos, siendo tutor de la tesis doctoral del Dr. José Romero Sierra quien
trata de la descripción por vez primera en Venezuela del género Anopheles
basado en las investigaciones de Rangel.
En 1908 aparece la peste Bubónica en la Guaira
y Rangel es llamado por Cipriano Castro, presidente de Venezuela por
recomendación del Ministro del Interior para que haga el diagnostico y produzca
su solución. Rangel señala que no se trata de peste Bubónica, ya que no logra
identificar en las muestras tomadas el bacilo que causa la enfermedad.
Debido a la aparición de nuevos casos, Rangel
se apersona en la Guaira y comprueba que efectivamente aparece en las nuevas
muestras de pacientes enfermos la presencia del bacilo productor de tan temible
enfermedad y decide tomar las siguientes medidas: quemar las viviendas
infectadas con la promesa de que el gobierno les reemplazaría sus casas, cerrar
el Puerto de la Guaira y eliminar ratas y ratones.
En mayo de ese año, la enfermedad tiende a
disminuir el número de casos, lo que permite reabrir el puerto y en julio se
dan de alta los pacientes que estaban en convalecencia lo que le permite a
Rangel su regreso a la capital dedicándose al análisis de la experiencia vivida
con tan temida enfermedad.
Pero aquí comienza el calvario para el sabio trujillano,
preludio de lo que será su tragedia: los propietarios de los ranchos quemados
se apersonan a su laboratorio para solicitarle la cancelación de sus casas que
fueron quemadas, problema que se le escapa de sus manos ya que no dispone de
dinero; a ello se le suma la negación de una beca para estudiar Medicina
Tropical en Europa que le había sido ofrecido, amén del recuerdo de la muerte
de su pequeña Consuelo por paludismo. Todo ello se sumó para que Rangel entrase
en un verdadero estado depresivo que había de llevarle a la toma de medidas
desesperadas.
En el mes de agosto del 1909 Rangel convoca a
los internos del Hospital Vargas para dictar lo que sería su última conferencia
sobre un caso de Micetoma y durante su desarrollo y en el preciso instante de mostrar
una serie de láminas en el microscopio entra en un periodo incontrolado, que le
lleva al llanto y aun estado de silencio absoluto ante los estudiantes.
El 20 de agosto de 1909 Rangel entra a su
laboratorio y prepara un coctel de vino y cianuro y lo ingiere; al instante
comienza con los gritos de su agonía, resultando infructuosos los esfuerzos de
los doctores Domingo Luciani, José Rivas y J.M. Salmerón, que acudieron
presurosos a su laboratorio, muriendo a las 3 p.m. a la corta edad de 32 años.
Sus restos son velados en el propio Hospital Vargas en el que profesores y
estudiantes le rinden el postrer y más sentido homenaje y sus restos son
trasladados el 20 de agosto de 1977 al Panteón Nacional.
Qué producción científica tan extensa realizó
Rangel en el corto periodo de 6 años, y cuanto más hubiera producido si no
hubiera atentado contra su existencia. Vale la pena mencionar que al producirse el centenario de
Rangel el 25-04-1977 por decreto del 29-03-1977 el cual fue publicado en Gaceta
oficial del 11-04-1977 fue decretado año de la Ciencia Venezolana en el lapso
25-04-77 y el 24 de abril de 1978 y se designa con su nombre al Instituto
Nacional de Higiene y se ordenó la publicación de todos sus trabajos
científicos, así como todas las tesis doctorales de la cuales fue tutor y la
biografía de Rangel que fue escrita por el Doctor Marcel Roche.
Fue acertada la decisión tomada en Betijoque
para designar a Rafael Rangel para la eponimia de nuestra casa de estudios. Yo
lo respondería con una frase taxativa. Un gran nombre para una mejor
Universidad. Su eponimia se ha extendido a lo largo y ancho del país. Y así
conseguimos entre otros las siguientes:
- Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel –
Caracas.
- Liceo Rafael Rangel - Valera.
- Liceo Rafael Rangel - San José de Gaunipa- Anzoátegui.
- Hospital Rafael Rangel - Boconó.
- Hospital Rafael Rangel -Yaritagua. Yaracuy
- Hospital Rafael Rangel – Timotes. Mérida.
- Policlínica Rafael Rangel – Valera.
- Farmacia Rafael Rangel- Valera.
Salmerón Olivares dijo en el Cementerio
General del Sur. En el entierro de Rangel:
Este es una víctima, como lo fueron siempre en
nuestro medio, los buenos, los dignos, los incotaminables, los que no abatieron
nunca la bandera santa de su honor, y tuvieron muy en alto y amaron mucho este
pedazo de tierra enfermo que tenemos por patria.
El pasante del Hospital Vargas Agustin
Hernández señaló en el libro de partes: ayer tarde puso fin a sus días, el
señor Br. Rafael Rangel, jefe y fundador del laboratorio de este Hospital.
Decepcionado pero no vencido cayó a la tumba el desgraciado amigo, con la
frente coronada por los laureles que segara en los praderales de la ciencia, y
con el corazón de niño cándido, herido por las hostilidades del ambiente.
El Br. J.B. Ascanio señala: Rangel es una
víctima más de la ingratitud de sus conciudadanos y de la envidia de algunos
que no poseyendo las cualidades necesarias para imitar sus grandes virtudes,
pretendieron detener el rápido vuelo que emprendiera a las luminosas regiones
de la ciencia.
El Dr. Luis Razetti dijo: Su alma candorosa y
noble se ha dormido un día feliz, pensando en la gloria, y vivió soñando en la
regeneración del hombre de la ciencia. El Dr. Pino Pou expresó: Rangel fue tan
pobre como humilde y como humilde tan sabio y desde la anonimia se levanta
lentamente como lo hiciera un sol sobre los horizontes de la ciencia.
El Doctor José Vicente Scorza que lo cataloga
como “el niño nacional”, nos señala: “la época dorada para la Parasitología en
Venezuela fueron los años en que Rafael Rangel ocupa la jefatura del
laboratorio del Hospital Vargas. No ha habido en el país genio individual que
lo emule”.
Esto es una prueba fehaciente de que no se
equivocaron quienes tomaron la sabia decisión de colocar el nombre Rangel para
adosarlo a nuestra bien amada Universidad de Trujillo.
Aprovechemos este día de gloria para la
idiosincrasia trujillana, para la educación universitaria del país y para los
que tienen sed de libertad para exclamar a viva voz y con el corazón henchido
de emoción lo siguiente:
Hoy es el día para agradecer al Supremo
Hacedor el habernos permitido estar presentes en la celebración de los 50 años
de existencia del NURR y a él le imploramos que el Espíritu Santo nos irradie
la luz de la inteligencia para seguir ejerciendo la docencia con el apostolado
de siempre, transmitiendo los conocimientos a las nuevas camadas juveniles que
acuden a sus aulas ávidos del saber.
Hoy es el día para valorar el protagonismo
jugado por esos dos iconos de la ULA que aportaron lo mejor de su capacidad
intelectual en el proceso de creación de una extensión universitaria en
Trujillo; uno como Rector de la ULA y el otro como su primer Coordinador: Pedro
Rincón Gutiérrez y Antonio Luis Cárdenas, respectivamente. De ambos podríamos
parafrasear al gran poeta español Machado, compañero de inquietudes de Miguel
de Unamuno y de García Lorca quien señalaba: “Buenos en el buen sentir de la
palabra”.
Hoy es el día para exteriorizar nuestra
profunda satisfacción por los más de 13.500 egresados de nuestra casa de
estudios, muchos de ellos ya hoy están jubilados y otros ocupan cargos de
singular importancia en la administración pública o en empresas privadas, así
como aquellos que regresaron al nido que les cobijó para desempeñarse como
docentes o funcionarios ATO de nuestro querido NURR.
Hoy es el día para felicitar a los más de 200
estudiantes que les será concedido su título en el acto solemne de graduación
efectuarse dentro de 30 días, a los que les recordamos que deben ser dignos
representantes de esta casa de Rangel, sabiendo justipreciar sus bondades,
virtudes y humildad que le caracterizo en su corta pero fructífera existencia.
El don Rangeliano será la impronta que les ha de marcar su existencia.
Hoy es el día para recordar y honrar a quienes
se nos adelantaron en el tránsito hacia el más allá, obreros, empleados y
docentes haciendo mención especial de los que la pandemia nos arrebató
prematuramente: nuestros queridos y recordados Ulneiver y Guido para quienes
parafraseamos al bardo venezolano Antonio Pérez Bonalde quien al regresar a la
patria pronuncio en la tumba de su madre, “solo traigo que ofrecerte pueda,
esta flor amarilla del camino y este resto de llanto que me queda”.
Hoy es el día para testimoniar a los grupos e
individualidades en conjunto, quienes con su sapiencia investigativa hicieron
posible que el NURR haya sido la Facultad dentro de la ULA en ocupar el primer
lugar en investigación siendo el tributo de la Academia a nuestra alma mater en
su cincuenta aniversario.
Hoy es el día de engalanar al NURR como la
primera y única Universidad Trujillana que ofrece 26 carreras en su oferta de
estudios para la juventud regional y de sus zonas de influencia.
Hoy es el día para agradecer a todos los
funcionarios que pese a las adversidades imperantes se han incorporado a sus
sitios de trabajo, pensando primero en la institución que les ha cobijado, agigantándose
ante los infortunios, comprendiendo siempre que los que verdaderamente cumplen
y unen son pocos, pero a sabiendas que se impondrán, porque su forma de vida, que
es actuar con la verdad, y ésta verdad, es diáfana como un mediodía.
Hoy es el día para felicitar a los más de 1.600
alumnos que se inscribieron en el presente semestre para iniciar o continuar
las carreras que seleccionaron para la búsqueda del conocimiento, que les
permita alcanzar su más cálido anhelo, como lo es, el de convertirse en los
nuevos profesionales que requiere el país, honestos y responsables, siguiendo
el legado de Rafael Rangel como su norte de vida.
Larga vida al Nurr, la ULA en Trujillo. En su cincuentenario la ULA-Nurr está firme y presente.
Villa
Universitaria, 23 de junio de 2022.
En su cincuentenario el Nurr demuestra que está vivo, firme y presente (+Fotos)
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