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Dr. Néstor Áñez durante la presentación
de su libro en el NURR-ULA (Foto: Carlos Cegarra) |
Presentación
Libro “Trypanosoma cruzi y
enfermedad de Chagas, con especial referencia a la
problemática en Venezuela”
Dr. Néstor Áñez
Trujillo, 20 de junio de 2023.
Casa Carmona del NURR.
Agradezco a la Dra. Elci Villegas, Directora y demás miembros del
Instituto Experimental “José Witremundo Torrealba” y, por su intermedio, a los
organizadores de la conmemoración del LI Aniversario del Núcleo
Universitario“Rafael Rangel” de la Universidad de Los Andes (NURR-ULA-Trujillo)
y el XLI Aniversario del Instituto “JWT”, por la gentil invitación a la
presentación pública y bautizo del Libro “Trypanosoma cruzi y
enfermedad de Chagas, con especial referencia a la problemática en Venezuela”, publicado
a solicitud de Generis-Publishing.
Primero que todo, debo declarar que esta contribución se ofrece
con humildad y respeto al Dr. Diego Dávila Spinetti, In Memoriam, como
tributo a su devoción por la cardiología en la ciencia médica, ejemplo de
muchos por su sapiencia, compartida en frecuentes y acaloradas conversaciones con
el autor, permitiendo incrementar el conocimiento de aspectos que nutren esta
modesta obra.
Obligante es recordar, con honor, al gran Carlos Chagas, iniciador
de esta historia de la medicina tropical en el Brasil de 1909 y que, el tiempo se
ha encargado de globalizar su legado para la ciencia, sobre la enfermedad que
lleva su nombre y, en Venezuela, recordar y agradecer al sabio José Francisco
Torrealba, detector y testigo fiel del sufrimiento de los pobladores más
desfavorecidos del país afectados por el Mal de Chagas, flagelo que aún continúa
afectando nuestros humildes campesinos ante la indiferencia oficial.
Con profunda veneración dedico esta entrega a mis maestros de
siempre, muchos idos de este plano, y quienes permanecen, queridos y recordados,
con mi agradecimiento más sentido. Recordar a Carlos Diaz-Ungría (LUZ), José
Vicente Scorza, Cecilia Dagert de Scorza y Hugo Carrasco (ULA), Percy C.
Garnham (Imperial College of Science and Technology- University of London-UK) y
José Witremundo Torrealba (UC) resume medio siglo de gozo intelectual, mi
pasión por la ciencia y sus resultados que, me han permitido tener satisfacciones
tan solo comparadas con las recibidas de mi amada familia.
Debo agradecer a los revisores del manuscrito original, Dr. Rafael
Rangel-Aldao, profesor Titular de la Universidad Simón Bolívar, Instituto IDEA
y Miembro de la Academia Venezolana de Medicina; Dr. Jesús Alfonso
Osuna-Ceballos, ExVicerrector Académico de la Universidad de los Andes, Miembro
de la Academia de Mérida y de la Academia Venezolana de Medicina y al Dr. José
Yancarlos Yépez-Hurtado, Médico tropicalista, Ex Rector de la Universidad
Nacional Experimental “Francisco de Miranda” y,egresado de nuestro postgrado en
Protozoología-NURR-ULA, quienes amablemente accedieron a criticar el contenido
de esta obra.
En resumen, en el
libro que hoy presentamos, se destacan características fundamentales sobre la
enfermedad de Chagas y Trypanosoma cruzi, analizando detalladamente el
desarrollo del parásito en triatominos vectores y en hospedadores mamíferos. Se
discute, con el mínimo de tecnicismo, el encuentro y penetración de Trypanosoma
cruzi en la célula hospedadora, además de su comportamiento como organismo eurixénico
y paninfectivo, capaz de adaptarse en varios órdenes de mamíferos e invadir y
multiplicarse en tejidos de diferente origen embrionario. Se detalla el estudio
in situ del problema, la detección de los factores de riesgo de la
infección por Trypanosoma cruzi, las formas de transmisión (vectorial,
oral, transplacentaria, entre otras), las características clínicas de la
infección chagásica en sus fases aguda y crónica, los métodos diagnósticos y el
tratamiento en los humanos infectados.
Todo, aunado a la
necesidad de analizar holísticamente los aspectos epidemiológicos que permitan
comprender la utilidad y pertinencia social de la investigación científica. Se
resalta, asimismo, la expansión de la dolencia desde el área rural hasta la
urbana por migración del hombre de campo hacia la ciudad, situación desbordada
en la actualidad por migraciones, sin control, rebasando fronteras nacionales, capaz
de transformar la enfermedad de Chagas en un potencial problema global.
Esto último, ha
generado alerta epidemiológica por la detección de transmisión transplacentaria
de la infección en países no endémicos, detectada en niños hijos de madres
migrantes de los países endémicos de la América desfavorecida. Como dato
preocupante, en la actualidad se estima la presencia de alrededor de 300.000
personas infectadas en los Estados Unidos de Norteamérica, y muchos más casos
distribuidos en países de Europa, Asia y Oceanía, con alta probabilidad de una
potencial globalización de la enfermedad de Chagas en un futuro cercano.
La realización
de esta obra sólo fue posible por el concurso y el esfuerzo de muchas personas
e instituciones involucradas a través del tiempo en el estudio y comprensión de
la enfermedad de Chagas, quienes transmitieron al autor, desde sus distintos roles, la inquietud y la necesidad de expresar
el conocimiento científico con pertinencia social. Esto incluye a maestros,
colegas, discípulos y colaboradores, pero, sobre todo, a los pacientes, protagonistas
estelares de este esfuerzo, provenientes de diferentes regiones del país donde
la enfermedad de Chagas es endémica.
En este
respecto, es justo reconocer las enseñanzas recibidas de J.V. Scorza, Cecilia de Scorza ,P.C.C. Garnham (University of London), quienes
señalaron el sendero y estimularon nuestra curiosidad científica. Asimismo, es realmente
un privilegio haber compartido años de experiencia sobre mi ocardiopatíachagásica
con los doctores H.A. Carrasco, D. Dávila, H. Parada, F. Sánchez, quienes en diferentes unidades cardiológicas del
occidente de Venezuela, permitieron
reconocer la importancia de la persistencia parasitaria en pacientes chagásicos
crónicos, así como profundas interpretaciones sobre la teoría neurogénica
sostenida por muchos investigadores desde los tiempos de la excelente escuela
brasilera sobre el origen del daño miocárdico en pacientes chagásicos, durante
la década de los años 60 del siglo pasado.
Mención
especial merecen mis más cercanas colaboradoras, Dra. Gladys Crisante y Dra. Agustina Rojas, discípulas, primero,
y colegas, luego, convertidascon su esfuerzo y constancia en motores esenciales
en el accionar del trabajo aquí reflejado, incansables en la actividad de campo
y laboratorio y protectoras de la honestidad del resultado de cada paciente
muestreado.
Agradezco, con
inmensa satisfacción, a mis estudiantes del postgrado en Protozoología del
NURR-ULA-Trujillo, nacionales y extranjeros, por su interés en generar nuevos
conocimientos. Las discusiones generadas dentro y fuera del claustro
universitario, están plasmadas en este esfuerzo como sello imperecedero de una
relación de mutuo aprendizaje. Como olvidar nuestro módulo sobre el estudio de
la enfermedad de Chagas, durante, al menos 11 cohortes de estudiantes con
quienes, en agotadores viajes al campo donde los hechos suceden, sin horario
establecido, sino el que el trabajo ameritaba, donde sudar profusamente y
colectar las muestras necesarias para su análisis, era compartida con el surgimiento
de un siempre oportuno argumento o la generación de alguna idea, la cual era
discutida al pie de cualquier árbol que nos abrigará del intenso sol, o
ameritaba estacionar el vehículo en cualquier recodo del camino, hasta cuando
las dudas se dispersaran dejando satisfecho al interlocutor o, en su defecto,persuadirlo
a seguir la discusión al llegar al laboratorio, acá en Carmona, para lo cual no
hubo nunca un horario o una queja por habernos excedido en el tiempo, el mismo
necesario para apaciguar la inquietud de la duda que golpeaba sus mentes hasta
lograr la explicación que satisfaría vislumbrar el pensamiento en vía hacia la
duda siguiente y así sucesivamente.
Cómo no
evocar, con sumo agrado, el recuerdo dejado por la presentación de los
seminarios de cada estudiante sobre temas particulares relacionados con la
problemática chagásica en toda su extensión, donde cada candidato se explayaba
en sus argumentos hasta cuando convenciera al jurado para tal fin, lo cual, en
ocasiones, tocaba las primeras horas del siguiente día. Sin duda, hubo nervios,
discusiones, pero jamás un reclamo sobre la forma tan particular de aprender y
enseñar, siendo el premio mayor la sonrisa de satisfacción que se expresaba en
agradecido gesto, sin importar cual había sido el número alcanzado en el
fatídico deber de categorizar a los miembros de las cohortes, ya que importante
era comprender para aprender.
Al final,
todos aprendíamos sobre Trypanosoma cruzi, enfermedad de Chagas y, solo
se recordaba los duros momentos vividos, al tiempo de celebrar cuanto se había
aprovechado. Podríamos aquí pasar muchas horas recordando cada anécdota de las
tantas cohortes de estudiantes y nuestra satisfacción cada vez que lográbamos promocionar
los candidatos. Pudiera también aquí expresar con vivo orgullo que, fuimos el
primer postgrado acreditado por el CNU para nuestra Serrana Altiva, la
Universidad de Los Andes, y tantas otras cosas más.
En una obra
como ésta, no es posible dejar de manifestar nuestro agradecimiento a quienes
nos ayudaron a hacerla realidad, muchos son y, sería interminable nombrarlos a
todos. Sin embargo, hemos escogido algunos nombres que, sin duda, representarán
a los hombres de buena voluntad que nos acompañaron por décadas en esta tarea,
con la solidaridad de siempre y quienes estarán en nuestra mente como el
compañero fiel, presto al llamado, no importando dónde ni cuándo.
En primer
lugar, debo referirme al Sr. Marcos Aguilera,
lamentablemente desprendido recientemente de este plano terrenal, trabajador de
Malariología, perteneciente al místico ejército formado por nuestro Arnoldo Gabaldón,
quien cargó con nosotros por los lugares más intrincados, en días, noches o
madrugadas, en busca de personas sospechosas de sufrir enfermedad de Chagas en
el llano venezolano.
Como olvidar
nuestras primeras andanzas por territorio trujillano, con el interés de
reconocer los triatominos transmisores de Trypanosoma cruzi, bajo la
experta guía de nuestro querido y respetado amigo Don Julio Mogollón,
entomólogo de la zona VIII de la extinta Malariología, desde los tiempos de
Gabaldón. Muchos fueron los chipos colectados, las palmeras disecadas, los
aislados obtenidos de casi todas las áreas del estado Trujillo.De todos esos
años, quedaron recuerdos, buenos resultados y amistades entrañables.
Otro con
menos edad, pero con el mismo entusiasmo y solidaridad merece nuestro
reconocimiento por haber estado siempre presente a nuestra llegada a Carmona
los días jueves, comenzando el trabajo por la tarde del mismo día y retomándolo
durante todo el viernes cada 15 días. El pasaje se completaba con los
profesores Itamar Galíndez y Glenda Moreno y el vehículo arrancaba a toda
velocidad bajo la conducción de Julio Márquez, experto maquinista y reparador
de cuanto problema surgiera durante el trabajo de campo, llegando de vuelta a
cualquier hora y con el mismo entusiasmo como habíamos salido y obviamente muy
cansados por la actividad del largo día.
En el plano
internacional, es justo, también, expresar mi profundo agradecimiento a la Dra.
Marta Teixeira yal Prof. Emérito Dr. Erney Plessman Camargo, del Instituto de Ciencias Biomédicas
II (Universidade de São Paulo, Brasil), por permitir compartir conocimiento
sobre Biología Molecular y Filogenia de Trypanosoma cruzi y, siempre apoyar
nuestro grupo de trabajo durante mucho tiempo permitiendo hacer ciencia de
primera línea con su apoyo intelectual y material, esto último imposible de sortear
con nuestros escasos recursos.
Considerando el rol especial que un escritor
tiene en la sociedad, solo aspiramos haber tenido la suficiente sensibilidad
que permita haber llegado a satisfacer la necesidad de los lectores con la información
inserta en este modesto libro, y solo esta obra tendrá sentido para mi cuando se
haya demostrado su pertinencia social.
Asimismo, deseo declarar que, el presente mensaje está dirigido
fundamentalmente a jóvenes investigadores y, a estudiantes de pre y postgrado, quienes
se inician en los estudios sobre la enfermedad de Chagas, otra de las conocidas
como dolencias desatendidas u olvidadas, invitándoles a desarrollar con su
curiosidad científica y sensibilidad social a transitar por el sendero de las
dudas en busca del conocimiento que, permita evitar o aliviar el sufrimiento de
seres humanos en poblaciones donde se afecta a muchos y preocupa o importa a
muy pocos.
Un clamor final sale de lo más profundo de
quienes hemos logrado el propósito de hacer ciencia de calidad con pocos
recursos, logrando obtener en lugares alejados de las grandes urbes, con
esfuerzo y dedicación, representación académica, faro de luz que se niega a ser
vencido por la oscuridad de pensamientos retrógrados, luchando contra quienes
quieren ver muerta de mengua nuestra institución universitaria, incluyendo
nuestra Serrana Altiva, La Universidad de Los Andes. De esto no escapa su más
preciado ejemplo en tierras trujillanas, el NURR y nuestro Instituto
Experimental “J W Torrealba”, que surgió con humildad, pero con la decisión de
servir al poblador de las localidades más desfavorecidas, demostrando que la
ciencia tiene poder si se concibe con pertinencia social.
No podemos olvidar la constante arenga de nuestro
fundador Prof. J.V. Scorza, quien nunca se amilanó ante los embates en contra
de la academia y, esto obliga a mantenernos alerta para contrarrestar esa nueva
clase de individuos recientemente aparecidos que, azota nuestra sociedad,
tratando de destruir los objetivos civiles, representación de la institución
venezolana, embistiendo con enojo ciego, intención rencorosa y cruel, contra
nuestras universidades, institutos, laboratorios, bibliotecas y todo lo que el
saber encierra.
Estemos alerta y de ser necesario defendamos, con
toda nuestra fuerza y voluntad, este Núcleo y su instituto que ha sobrevivido
por más de cuatro décadas al servicio del pueblo trujillano.
Muchas Gracias.
Bautizan tres productos intelectuales con sello ulandino
(Foto: Carlos Cegarra)
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