Isologotipo del 52 Aniversario del NURR elaborado por Imagen Institucional y Diseño de la ULA |
52
Aniversario del NURR: fecha propicia
para imitar luchas y
acciones de su creación
OPINIÓN
*Por
Pedro Antonio Rivera Chávez.
Profesor
activo del Nurr-ULA, adscrito al Departamento
de
Biología y Química.
Editor
Fundador Adjunto de la Revista ACADEMIA.
Editor
Adjunto del Fondo Editorial Mario Briceño-Iragorry.
Director
Emérito de SerbiNurr.*
Trujillo, junio 2024.
El
calendario de la vida es inexorable y va deshojando día a día una hoja más, lo
cual nos permite rememorar hechos acontecidos en el devenir del tiempo.
Al respecto, hoy conmemoramos un año más de aquella
gesta heroica emprendida por un grupo de ciudadanos en una simbiosis entre
estudiantes y pueblo trujillano en general en la búsqueda de la creación de una
extensión universitaria en Trujillo, enclavada en el seno de su ciudad capital,
que tiene como antecedente el 27/07/1971 con la famosa Hora Cero que constituye
la génesis de la conquista del Núcleo Universitario Rafael Rangel de la
Universidad de Los Andes (NURR-ULA), para esta noble tierra, promisoria de
grandes proezas.
Recordemos que en esa fecha memorable, el bravo
pueblo trujillano se volcó a la calle en inconmensurable caravana
automovilística, conformada por más de mil personas y cien vehículos, en una célebre
movilización a la ciudad de Mérida para hacer una realidad tangible la creación
de la Universidad para Trujillo.
Conjuntamente con los estudiantes, es menester
recordar la presencia entre otros de Andrés Lomelli Rosario, Humberto González
Albano, Manuel Andara Olivar, Sabino Braschi, Mireya Mendoza, Ali Toro Sánchez,
Marcos Rubén Carrillo, Arturo Luis Barroeta, José de Jesús Cooz, José Godoy
Graterol, Luis Mendoza Montani, Dalia Raga, Albes Pachano, así como los
periodistas Luis González y Guillermo Montilla.
Fue la más fiel representación de las fuerzas vivas
del estado en perfecta comunión con el sector estudiantil, amas de casa,
choferes, entre otros, o sea, la más ferviente unión de un pueblo en la
búsqueda de un ideal común: un centro de estudio superior para nuestro estado
Trujillo. Se trató por consiguiente de una campaña unitaria y hermanada que permitiera
la conquista anhelada.
El logro se hace realidad por decisión del Consejo
Universitario de la ULA al oficializar la creación del Núcleo Universitario de Trujillo (NUT) a partir
del 23 de junio de 1972 y que durante junio 2024 arriba a sus 52 años.
Para llegar a esta fecha histórica, fue necesario
que el 23 de septiembre de 1971 el Consejo Universitario de la Universidad de
Los Andes solicitase al Consejo Nacional de Universidades (CNU) la creación del
NUT.
Así se llamó durante los primeros cinco años, hasta
que en abril de 1977 en Betijoque, por disposición de las autoridades
universitarias se designa con el nombre
del sabio trujillano Rafael Rangel.
Es menester recordar que Antonio Luis Cárdenas fue
su primer coordinador y Pedro Rincón Gutiérrez, el rector magnífico, fungió
como el firmante del decreto de su creación.
El 24 de julio de 1972 se anuncia oficialmente el
decreto en el Centro de Historia del estado Trujillo, hecho que marca una ironía
de la historia, por cuánto en el recinto donde se firmara el Decreto de Guerra
a Muerte, se anuncia un decreto de vida universitaria.
Nuestra casa de estudios arranca entonces en 1972
con las carreras de Educación, Ciclo Básico de Economía y Ciclo Básico de Ingeniería
en la sede de Carmona.
El 29 de noviembre de 1986 se inauguran las
instalaciones de la Villa Universitaria, ubicadas en La Concepción, con la
presencia de Jaime Lusinchi, presidente de la República, también de Pedro
Rincón Gutiérrez, rector de la ULA; Eleazar
González, gobernador; y Henry Montilla, vicerrector.
Es cierto que el NURR actualmente pasa por una etapa
cruenta y dolorosa, como consecuencia de la reiterada predisposición asumida
por el Gobierno Nacional en contra de las Universidades Autónomas, al negarles un
presupuesto cónsono, consustanciado a la difícil situación económica que rodea
a toda la patria venezolana, hecho que se agudiza en el sector universitario,
al despojarnos a quienes integramos su
personal en todos sus estamentos, de una serie de reivindicaciones salariales,
de no gozar de un sistema de salud que nos garantice una subsistencia apacible, acorde con los principios
universales de los derechos humanos, así como el de no percibir una
remuneración que nos permita vivir en dignidad, cónsona con la labor en la que
estamos inmersos, como lo es la formación de las nueva juventudes que acuden a
las aulas universitarias para prepararse y hacerse hombres de bien y
convertirse en los nuevos dirigentes en la conducción del país.
Para complementar este panorama sombrío, se nos ha
negado intempestivamente la oportunidad de escoger nuestras propias
autoridades, cuando por un procedimiento inusual se suspende el proceso
electoral que veníamos acometiendo.
Sin embargo, no es la hora de las lamentaciones, de
acusaciones falaces para quienes conducen la institución, este es un proceso
que permite valorar de qué estamos hechos.
Y si en un momento nos sentimos derrotados, aún no
nos han vencido, podemos sentirnos atribulados, pero no angustiados, nos
podemos sentir perplejos, no desesperados, nos podrán derribar, pero jamás
aniquilar, porque estamos plenamente convencidos de que no hubo resurrección
sin haber pasado por pasión y muerte, y el de que no hubo gloria sin cruz.
La ULA es más que la maquinaria oficialista, la ULA
es más grande en reservas morales que el gobierno de turno y jamás podrán
eclipsar nuestro pasado glorioso.
Las instituciones tienen sus momentos gloriosos y
sus momentos de tribulaciones y pasajes oscuros; nos corresponderá a quienes
creemos que el sol nace para todos y que con terquedad asistimos
permanentemente a nuestra casa de estudios, para justipreciar a los estudiantes
que acuden a sus aulas, pese a las miles de dificultades que se pueden señalar
y jamás podremos defraudarlos en su ansiedad de obtener un título que los
catapulte a los senderos del progreso y del bienestar personal. Sus intereses
están por encima de nuestro propio sacrificio.
Que este 52 aniversario sea propicio para acometer
una lucha similar a la realizada en su creación. Volvamos nuestros ojos y
nuestra acción para unirnos en perfecta comunión, autoridades, personal,
estudiantes y comunidad trujillana en general, para sacar al NURR de su difícil
estado en que se encuentra y convertirlo nuevamente en el emporio de sabiduría
soñado por quienes creemos en su democracia y pluralidad, características
esenciales de una verdadera casa que vence las sombras.
Afirmamos que en la vida hay tiempo para todo, menos para rendirnos.
Feliz 52 Aniversario del NURR-ULA:
Perseverancia y Transformación.
Múltiples eventos por 52 Aniversario del NURR
Crean vitrinas tecnológicas para proyectar y visualizar a investigadores ULA
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