Discurso de Orden del Acto de Grado de la
CCXXVIII Promoción de Abogados de la ULA
Alejandro José Colmenares Pérez*
Graduando de la Primera Promoción de Derecho del NURR-ULA
con un promedio de 18.794 puntos.
Acto
de Grado realizado en Mérida el 31/05/2024.
“Pasión, acción y pensamiento realizan los designios de los hombres cuando la acción está al servicio del pensamiento y la pasión se inspira en el pensamiento de servicio”1. Esas fueron las palabras de Andrés Eloy Blanco en los inicios más idílicos de la democracia venezolana.
Hoy, setenta años después y muy a pesar de los tropiezos y retrocesos, estoy convencido de que esas mismas pasiones, acciones y reflexiones, puestas al servicio de esta universidad, son la razón que reúne a profesores, graduandos, familiares y demás asistentes a este acto.
Es inmenso el honor que siento por estar aquí, no solo porque mi grado consolida un gran proyecto educativo, a cargo de la profesora Karina Ramírez Díaz, que por muchos años solo fue una aspiración para la trujillanidad; sino también por proferir estas palabras desde una posición que se ha vuelto inusual dentro del claustro, me refiero a la condición de estudiante docto y de gestor de los intereses universitarios.
No es tarea sencilla verbalizar las complejas emociones que sentimos los graduandos en este trascendental momento, pues, este acto marca el principio y el fin de una parte importante de nuestra vida académica.
Es claro que el camino no ha sido fácil: las interminables noches desvelo -muchas veces a oscuras o sin acceso a ningún servicio básico-, la constante asfixia presupuestaria, los embates de una fatídica pandemia y un sistema universitario burocrático notoriamente desgastado y desfasados, dan fe, junto a otras tantas vicisitudes, de los grandes sacrificios hechos por los universitarios que seguimos de pie.
A pesar de todo, que estemos hoy aquí es muestra que esta generación de ulandinos lucha por vencer la adversidad. Y cuando digo a esta generación, me refiero a cada uno de los miembros de la comunidad universitaria que, siguiendo el sentir de su alma mater, hacen posible que esta ilustre universidad siga subsistiendo.
Creo justo e ineludible expresar, a nombre de todos los graduandos, nuestro infinito agradecimientos a nuestros profesores, mentores y guías de nuestra formación; a nuestros padres y familiares, por su incondicional e incansable apoyo; y a nuestros amigos y compañeros por su compañía irremplazable.
A título personal, quiero agradecer a la Consejería Estudiantil del NURR, por demostrarme que es posible hacer realidad la universidad que anhelamos. A la profesora Patricia Rosenzweig y la profesora Francys Mendoza, por hacer de la academia el norte de la universidad. A Badell & Grau despacho de abogados, por abrirme sus puertas y fomentar mi crecimiento profesional. Y muy especialmente a quien me enseñó que la perfección existe, y que viene en forma de amor: infinitas gracias mamá, sin ti nada de esto sería posible.
Concluyo deseándoles el mayor de los éxitos a mis compañeros graduandos, y exhortándolos a que
en este nuevo transitar profesional, sus pasiones, acciones y pensamientos siempre
estén al servicio de la nación y de esta ilustre universidad.
1 Extracto del discurso
del Dr. Andrés Eloy Blanco,
Presidente de la Asamblea Nacional
Constituyente, en el momento de declarar
sancionada la Constitución de
1947.
En la ciudad de Mérida, a los 31 días del mes de mayo de 2024.
Egresa primer abogado del NURR
Felicidades💐💐 muy merecido
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