VICERRECTORADO
Voto salvado Del Prof. Hebert Lobo Sosa, Vicerrector Decano (E), ante el CU en la aprobación del
Presupuesto 2017.
Consigno mi voto salvado, en la
Aprobación bajo protesta del Presupuesto de la Universidad de Los Andes de
acuerdo a la denominada "precuota" enviada por el MPPEUCT, en la
Sesión Ordinaria celebrada el día lunes 03 de octubre de 2016, en los
siguientes términos:
Estimadas autoridades rectorales,
decanos y demás integrantes del ilustre Consejo Universitario, colegas
Vicerrectores de los Núcleos, comunidad universitaria en general y del Núcleo
“Rafael Rangel” en particular; hoy se aprobó bajo protesta en el CU de la ULA
el presupuesto correspondiente a la precuota al año 2017. Me vi en la imperiosa
necesidad de salvar mi voto por dos circunstancias distintas: una que afecta a
toda la Universidad y que atenta gravemente contra nuestra autonomía financiera
y funcional, pues el monto aprobado apenas alcanza nominalmente al 53% del
monto solicitado por la ULA para el año 2017, pero que realmente representa si
acaso el 40% de esa cifra si se toma en cuenta que fue presentada antes del
incremento salarial y de cesta ticket de septiembre, lo que deja en evidencia,
una vez más, continuidad en la política gubernamental de estrangulamiento
económico y debilitamiento progresivo y permanente de la misión que le toca
cumplir a la universidad plural, democrática y autónoma en la sociedad
venezolana. Esta situación nefasta se ve agravada en la porción autorizada para
gastos de funcionamiento que representa apenas un 10% de lo solicitado, lo que
seguramente se traducirá en el transcurso del año próximo en una idéntica o
mayor calamidad a la sufrida durante el año en curso, obligados a funcionar a
punto de colapso durante todo el año con presupuesto de apenas 4 meses.
Debo señalar que se vota y se
aprueba este presupuesto bajo presión, sin derecho a reparo o discusión, como
una imposición del gobierno nacional que por su conducta, bien conocida por los
universitarios, es capaz de no girar recursos en los primeros meses del año de
no aprobar y cargar el presupuesto en el sistema en las pocas horas de plazo
que groseramente le concede a este Consejo Universitario, representante de una
universidad bicentenaria y de reconocido prestigio nacional e internacional. Mi
comprensión, entonces, de las razones de quienes decidieron votar el
presupuesto bajo protesta.
La segunda razón nos toca más
directamente a la comunidad del NURR, la Universidad de Los Andes en Trujillo,
pues en la distribución de la asignación del precario monto para gastos de funcionamiento
de Facultades y Núcleos prevaleció una alternativa que afecta gravemente lo que
debió corresponder a nuestro Núcleo. Se dejó de lado una distribución basada en
los porcentajes históricos que para 2015 correspondían al 13% y para la
precuota 2016 al 10% del monto total asignado a Facultades y Núcleos para
gastos de funcionamiento. Al contrario, se tomó como referencia para el NURR
apenas el 5,6% del presupuesto consolidado 2016. Ante tan sorprendente pérdida
en la proporción asignada a nuestro Núcleo pedimos una explicación al Director
de Presupuesto, Prof. Victor Molina quien respondió que esta desafortunada situación
era producto de un error cometido por mi predecesor en el Vicerrectorado, Prof.
Eric Brown, quién no había cumplido con la presentación adecuada de proyectos
para la segunda asignación de este tipo de gastos durante el año 2016, por lo
que nuestra participación se había reducido de modo tan abrupto, prácticamente
la mitad. De tal modo que, si por el porcentaje histórico recibiríamos casi 50
millones de bolívares, por el pingüe porcentaje resultante de tamaña omisión,
que por supuesto no podía acreditarse a toda la comunidad rangeliana, nos correspondía
tan sólo 26 millones de bolívares
Después de deliberar y votar por
las opciones o escenarios, se impuso la propuesta de la mayoría de decanos y
vicerrectores aquella denominada "escenario 4" donde alcanzamos a recibir
alrededor de 29 millones de bolívares, la cifra más baja de todas las
Facultades y Núcleos de la Universidad de Los Andes. Ésta fue la aprobada
posteriormente por el CU. De modo que haciendo el señalamiento que salvaba mi
voto en mi condición de Vicerrector del NURR pues no podía aprobar una
distribución que, producto de una grave omisión del Decano anterior, nos había
castigado ya este año, nos castigará de nuevo el año 2017 y, al convertirse en
el nuevo porcentaje histórico, probablemente nos afectará en los años
sucesivos. Señalé que los Decanos no avizoraron que era una circunstancia fatal
para el NURR, se aprovecharía un terrible error para incrementar sus recursos
en desmedro de lo que corresponde al NURR legítima e históricamente debido a
las dimensiones espaciales y matriculares, a las características particulares
de los Núcleos respecto a las Facultades, que nos obligan a atender servicios
de transporte en rutas estudiantiles, servicio de comedor, CAMIULA, gimnasios e
instalaciones deportivas, estación de radio, incluyendo emplazamiento de
antenas en el cerro El Zamuro, Centro de Ecología de Boconó, mantenimiento de
áreas verdes, Operadora Agrícola Universitaria “Rafael Rangel” A.C. (Finca El
Reto) en Monay, Casa de la Cultura "Mario Briceño Iragorry" en el
centro de Trujillo, Museo Salvador Valero en el parque La Trujillanidad,
Edificios de Carmona, Módulos y la Villa Universitaria.
Por tales razones salvo mi voto
en esta decisión que vulnera gravemente las posibilidades de funcionamiento y
crecimiento de la Universidad de Los Andes en Trujillo, máxime cuando nos preparamos
a consolidar las extensiones del NURR en Valera y Boconó con el establecimiento
de programas permanentes de pregrado y postgrado en diferentes áreas del
conocimiento, así como el desarrollo de nuevos programas académicos incluyendo
opciones de estudio innovadoras para la Región Andina.
Finalmente, quiero agradecer la
solidaridad y apoyo mostrada por buena parte del Consejo Universitario. Habrá,
estoy seguro, en el futuro inmediato oportunidades para ganar mayor comprensión
sobre lo señalado por el Secretario de la universidad el Prof. José María
Andérez Álvarez, en su intervención, "ha llegado la hora de que la ULA
deje de ver a sus Núcleos como Facultades y comience a verlos en otra
dimensión, como pequeñas universidades que es lo que realmente son".
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