*Profesor Johny Humbría,
presidente de la Apula-Trujillo*
Dos grandes eventos envuelven los
48 años de creación del Núcleo “Rafael Rangel” (Nurr) de la Universidad de Los
Andes (ULA) en Trujillo: El Covid-19 y la beatificación del Dr. José Gregorio
Hernández. El Covid-19, impactó todos los sectores de la sociedad y uno de los
más afectados ha sido la educación, casualmente el 23 de junio el Nurr
conmemoró sus 48 años, cumpliendo 100 días de cuarentena social.
Esto, entre otras razones de
índole presupuestaria, limitó a la mayoría de los universitarios a participar
físicamente en los actos de nuestro acostumbrado tedeum y demás actividades
conmemorativas. El segundo evento nos llena de satisfacción y esperanza, puesto
que en el marco de estos 48 años de vida académica, un trujillano, profesor
universitario, científico y ser humano como pocos, ha sido decretado Beato por
el Vaticano, el Dr. José Gregorio Hernández, nacido en el mismo municipio que
parió el sabio de cuyo nombre tomamos nuestro homónimo Rafael Rangel.
Es mucho lo que se puede decir a
lo largo de 48 años de actividad académica, utilizando sólo unas pocas líneas.
Con orgullo, trabajo y tesón hemos logrado avanzar en la consolidación de
nuestra Alma Mater, posicionándonos durante los últimos años en los primeros
puestos de investigación de la Universidad de Los Andes.
El Nurr se enraizó en el corazón
de todos los trujillanos y no sólo ha trascendido la región de los Andes,
también ha formado profesionales a lo largo de todo el país. Sería difícil
encontrar un estado venezolano, donde no haya un profesional graduado en el
Nurr y con diáspora o sin ella, la internacionalización de nuestro talento
humano también ha sido representativa.
Aunque han sido muchas las
visiones que han esbozado respetables académicos ulandinos a lo largo de la
corta vida de esta institución y que han pretendido marcar el rumbo académico
del Nurr; durante 48 años lo que ha prevalecido es la mística de trabajo, el
querer hacer, crear, formar, capacitar y es allí donde la esencia del ser
prevalece. La universidad son nuestros estudiantes!. Esos jóvenes que llenos de
expectativas y esperanzas, sueñan no solo con obtener su título, muchos de
ellos sueñan con un país mejor, un país de oportunidades, el país que no
conocieron, el país que logró desarrollarse a través de la investigación y la
extensión universitaria.
Un país que hoy está tan
distorsionado, que inclusive no conocieron muchos jóvenes de los que hoy forma
parte de la planta de profesores de nuestra universidad. Todos ellos han
encontrado en el Nurr, una plataforma de lucha y resistencia para lograr
conocer la Venezuela que nos merecemos. Una Venezuela donde todos cabemos, una
Venezuela plural, tal plural como la universidad.
Parafraseando a Saramago: “Hijo
es un ser que Dios nos prestó para hacer un curso intensivo de como amar a
alguien más que a nosotros mismos, de cómo cambiar nuestros peores defectos
para darles mejores ejemplos y, de nosotros aprender a tener coraje”. Muchos de
nosotros hemos sido hijos y ahora padres del Nurr, otros siguen siendo hijos,
otros solo han sido padres; pero los que hoy tenemos la responsabilidad de
guiar su destino, seguimos aprendiendo a tener ese coraje del que habla
Saramago, para ver consolidado el proyecto del Nurr como una de la vías de
desarrollo del estado Trujillo.
En la ULA-Nurr hemos
internalizado que una población que no estudia es incapaz de entenderse a sí
misma, por eso es que hacemos énfasis en la excelencia académica y defendemos
los preceptos consagrados en la institucionalidad y autonomía universitaria. En
el Nurr no sólo nos hemos dedicado a la docencia y la investigación a través de
las diversas ofertas de estudio y consolidación de los grupos, centros e
institutos de investigación, también venimos dando pasos agigantados en el área
de cultura y extensión, por medio del afianzamiento del Museo Salvador Valero y
las propuestas de extensión del Nurr en varios municipios del estado, como el
caso de Boconó.
La lucha por un presupuesto justo
y por las reivindicaciones salariales de todos los universitarios han
traspasado los muros de la universidad y junto con el personal administrativo,
técnico y obrero, los profesores acompañados por el sector estudiantil; hemos
salido a la calle a protestar, hemos marchado en señal de rebeldía,
demostrándole al colectivo que la universidad no se resigna y seguirá luchando
hasta lograr el cambio del régimen en Venezuela y alcanzar el bien común.
Hoy el Nurr conmemora sus 48
Aniversario y en medio de la cuarentena social y de la pobreza impuesta por el
régimen a través de sueldos de miseria que no nos permiten gozar de una vida
digna es menester reinventarnos como universidad, como sociedad, como
académicos, como un buen padre de familia y para ello debemos insistir,
persistir resistir y no desistir ante las adversidades.
Desde la Apula-Trujillo
felicitamos a profesores, estudiantes y personal administrativo, técnico y
obrero, que hace posible que sigamos haciendo universidad. De igual forma
agradecemos a todas aquellas personas e instituciones que durante 48 años
siempre han estado prestos a colaborar con nuestra alma mater. Primeramente a
los medios de comunicación, por siempre tener sus micrófonos y sus páginas
abiertas e informar verazmente sobre el acontecer universitario, sectores
empresariales, comunidades organizadas, algunas instituciones del sector
público y sociedad civil en general.
¡Viva el Núcleo Universitario “Rafael
Rangel”!, Que viva Trujillo.
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