COMUNICADO
A la comunidad de la Universidad de Los
Andes, merideña y nacional.
El Consejo Universitario de la Universidad de Los Andes (CU-ULA)
rechaza la firma de la IV Convención Colectiva Única (IV-CCU) de los
trabajadores universitarios, por considerar que la misma irrespeta la
legitimidad de los verdaderos representantes de los universitarios y la
dignidad humana.
La IV CCU ha excluido nuevamente a las asociaciones, gremios y
sindicatos legítimos que gozan de indiscutible representatividad, así como de
trayectoria y firmeza en la construcción y defensa de la universidad
venezolana, en su lugar, el documento fue discutido, negociado y firmado con
personas que no representan a la mayoría de los universitarios, una
acción evidentemente política que llena de dudas la voluntad de negociación y
entendimiento expresada por el Ejecutivo Nacional.
Con la IV CCU se han aprobado unas tablas salariales alejadas de
la realidad económica nacional y de las necesidades básicas de los venezolanos,
lo que evidencia la poca valoración que se da a la vida digna de los
universitarios.
El ejemplo más claro de tal injusticia se observa en el salario de
un Obrero Grado 1 que recibirá 7.000.000 Bs “soberanos”, lo que representa
menos de 2 dólares mensuales al momento de redactar este comunicado, acción que
desconoce lo establecido en el Artículo 91 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (CRBV): “Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a
un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su
familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales.” y el
Artículo 104: “…El Estado estimulará su actualización permanente y les
garantizará la estabilidad en el ejercicio de la carrera docente, bien sea
pública o privada, atendiendo a esta Constitución y a la ley, en un régimen de
trabajo y nivel de vida acorde con su elevada misión…” y coloca a un importante
número de universitarios por debajo de la línea de pobreza extrema según el
Banco Mundial.
A los insignificantes montos de las tablas de remuneración se
suman una serie de bonos no salariales con los cuales resultan montos
igualmente insuficientes para sobrevivir, pero además, significan la virtual
desaparición del sistema de Prestaciones Sociales, en franca violación del
Artículo 92 de la CRBV, el cual establece que “Todos los trabajadores y
trabajadoras tienen derecho a prestaciones sociales que les recompensen la
antigüedad en el servicio y los amparen en caso de cesantía.”. Esta acción
inhumana traerá una vejez llena de necesidades para los universitarios.
Los salarios de miseria aprobados entre el Ministerio de Educación
Universitaria y sindicatos afectos al partido de gobierno significan, además,
falta de inversión en una educación de calidad, por lo que la IV CCU viola el
derecho a la educación de todos los ciudadanos, contemplada en el Artículo 102
de CRBV, en donde es descrita como un derecho humano y un deber social
fundamental, es democrática, gratuita y obligatoria, así como del Artículo 103,
que establece el Estado realizará una inversión prioritaria en la educación, de
conformidad con las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas.
El manejo que se ha dado a la negociación y aprobación de la IV
CCU incorporando únicamente la opinión de afectos al partido de gobierno y
excluyendo a todo aquel de posturas contrarias, confiere un carácter político -
ideológico a la misma, por lo que se debe alertar sobre su utilización para la
ideologización y promoción de un pensamiento único, aupando la proscripción del
pluralismo y por tanto la muerte de la universidad, pues una casa de estudios
que cree en un sólo enfoque no puede preciarse de ser universidad. La
implantación de un pensamiento único acaba con el espíritu universitario,
convirtiendo a las universidades en vacíos centros de instrucción superior.
Esta acción atenta contra la Ley de Universidades, que establece
Artículo 4 que la universidad “…estará abierta a todas las corrientes del
pensamiento universal…”, y contra la CRBV en su Artículo 109, el cual reconoce
y garantiza la Autonomía Universitaria, puntualizando que ésta “…permite a los
profesores, profesoras, estudiantes, egresados y egresadas de su comunidad
dedicarse a la búsqueda del conocimiento a través de la investigación
científica, humanística y tecnológica, para beneficio espiritual y material de
la Nación”.
Por todo lo anterior el Consejo Universitario eleva su voz de
protesta y exhorta a todos los entes implicados y afectados a sumarse en la
búsqueda de soluciones para preservar los espacios de pluralismo y formación
que con tanto esfuerzo han resistido los embates del totalitarismo, así como a
no resignarse frente la miseria y recuperar la vida digna que los venezolanos
merecen.
Exigimos la revisión de la IV Convención Colectiva Única, la cual
mantiene y profundiza los mismos errores legales y procedimentales de todas sus
predecesoras, continuando así la falta de voluntad del Ejecutivo Nacional para
comenzar a construir un futuro para todos los venezolanos sobre las bases
sólidas que sólo la educación de calidad puede garantizar.
La historia observa desde el futuro con ojo certero y será ella
quien se encargue de colocar a cada quien en su puesto, estamos convencidos de
encontrarnos en el lado correcto.
En Mérida a
los 4 días del mes de agosto de 2021
Mario Bonucci
Rossini / Rector
José Andérez Álvarez / Secretario
Apula: Ftuv secuestró la IV convención colectiva
única del sector universitario
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