*** Desde la óptica del vicerrector (e) del Nurr, Geovanny Castellanos, cada núcleo y facultad de la ULA posee sus propias realidades, siendo pertinente “crear condiciones en el ambiente más propicio para que la presencialidad se dé y sea aceptable para todos”
Actualmente
las actividades docentes y administrativas combinan la virtualidad y
semipresencialidad (Foto: Carlos Cegarra)
PRENSA
ULA-NURR / Gilcely Linares (CNP 15.221) Ante la posibilidad de retomar la presencialidad en la
Universidad de Los Andes (ULA), el vicerrector encargado del Núcleo Rafael
Rangel (Nurr), Geovanny Castellanos, reconoce que deben adecuarse los espacios,
considerando los efectos dejados por el déficit presupuestario de los últimos
años, aunado a los propios de la pandemia por Covid-19 y de los lamentables
hechos vandálicos registrados.
Hoy día la universidad trabaja tanto
para las actividades académicas como administrativas bajo las modalidades
virtuales y semipresenciales, según sean los requerimientos de áreas,
departamentos, coordinaciones, unidades, oficinas u otras dependencias. Sin
embargo, el Consejo Universitario ULA analiza la implementación de la fase
presencial en los diferentes núcleos y facultades.
CU-ULA presentará acuerdo para restablecer actividades presenciales
Reconocer el entorno
La máxima autoridad de la ULA Trujillo
recuerda que los problemas e inconvenientes siguen presentes, son inocultables,
pero existe un gran compromiso y vocación de servicio por mantener activa la
ilustre institución.
Enfatiza que cada núcleo y facultad tiene realidades distintas, correspondiendo entonces adaptar ciertas condiciones rumbo al sistema presencial, aunque “por ahora solo están dadas para asistir tres veces por semana”. De acuerdo a Castellanos es oportuno “crear condiciones en el ambiente más propicio para que la presencialidad se dé y sea aceptable para todos”.
ULA | Presencialidad en aulas exige adecuación de espacios
Pronta presencialidad
Asimismo, el profesor opina que “nosotros
creemos que la necesidad de la presencialidad viene pronto, pero ello depende
de elementos fundamentales”.
Como primera consideración alude “la
asignación presupuestaria 2022 del gobierno nacional, la cual aún no hemos
recibido; en segundo orden, destacan las decisiones del CU en función de
nuestro contexto, de nuestra realidad como núcleo”.
En ese sentido, agrega que “ya se han
evaluado las carencias del Nurr en materia de transporte, servicios básicos, circunstancias
de infraestructuras que incluyen arreglos, reparaciones, adecuaciones e
impermeabilizaciones. No pueden olvidarse las situaciones del comedor
universitario y demás factores esenciales en una presencialidad”.
Mientras que como tercer punto
significante menciona “la construcción de una organización social, capaz de
permitir las nuevas formas de reorganización y autorregulación de la universidad para ir hacia la práctica
trimodal, es decir, la presencialidad, semipresencialidad y virtualidad en
diferentes escenarios”.
Sinceran
problemas del Nurr, la ULA en Trujillo
Gestiones
En aras de mantener el funcionamiento
y operatividad del Nurr, la gestión vicerrectoral vigente aboga por el apoyo y
solidaridad con la Alma Mater, un importante referente académico regional,
cercano a su 50 aniversario.
“Buscamos recursos y medios para
poder salir adelante de la crisis que nos embate. Dejamos claro que nosotros
luchamos decididamente evitando que la coyuntura nos someta, siempre en procura de mantener la universidad
abierta”, asevera.
Al respecto hay algunos acercamientos
con sectores públicos y privados, egresados, entre otros factores sociales, políticos, religiosos, económicos hasta comerciales. Agradece
a quienes ya han tendido una mano amiga a la casa que vence las sombras en los
momentos más difíciles de su historia.
En su 50 aniversario, el Nurr requiere solidaridad trujillana
El
vicerrector (e) del Nurr, Geovanny Castellanos, afirma que la universidad
intenta superar adversidades (Foto: Carlos Cegarra) |
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