Discurso del profesor Pedro Rivera Chávez | Padrino de la Promoción 50 Aniversario del Nurr

 



Discurso del profesor Pedro Rivera Chávez | Padrino de la Promoción 50 Aniversario del Nurr

 

*Por Pedro Antonio Rivera Chávez.

Profesor activo del Nurr-ULA, adscrito al Departamento de Biología y Química.

Editor Fundador Adjunto de la Revista ACADEMIA.

Editor Adjunto del Fondo Editorial Mario Briceño-Iragorry.

Director de SerbiNurr.*

21 de julio de 2022, Trujillo. Casa Carmona.

 

Agradezco en sumo grado la designación de mi nombre de profesor como padrino general de la promoción que egresa de esta casa de estudios superiores, el NURR, cuando hace pocos días acaba de cumplir 50 años de su creación y no dejo de sentir una emoción que recorre todo mi ser, que debió ser idéntica a la sentida por el Doctor Antonio Luis Cárdenas cuando le correspondió apadrinar la primera promoción que se produjo en esta casa de estudios. Es un devenir del tiempo que encierra significativamente dos hechos con un alto contenido de sentimientos encontrados: lo que significa entre la primera promoción y ésta que egresa a los 50 años de su fructífera existencia.

Hoy vienen a mi mente las palabras dichas el 02-05-1986, cuando a los ocho años de mi ingreso al NURR me correspondió pronunciar como padrino de los egresados del Departamento de Biología y Química, el discurso de la X Promoción: el acto de graduación es un suceso relevante de historia educativa y de cultura universitaria.

Este homenaje, estimados ahijados, lo considero más que un reconocimiento a mi persona, como un estímulo al trabajo que realizamos día a día, quienes ejercemos la docencia como un verdadero apostolado, y por ende, lo considero extensivo a todos quienes hemos venido cumpliendo tan noble misión.

Este significativo reconocimiento me compromete aun más con la responsabilidad y la esperanza que nos permita avanzar hacia mejores metas y hacia el logro de los más caros anhelos, transitando nuevos caminos y mejores esperanzas, sin mirar al pasado, sino adentrado en el futuro, caminando con fe y optimismo.

No podemos empeñarnos en creernos los únicos poseedores de la verdad, no nos propongamos continuar con los mismo métodos y procedimientos, démosle vuelo a nuestra imaginación, no seamos masoquistas de la frustración y la desesperanza, cambiemos el masoquismo por la fe, cambiemos el derrotismo por el optimismo, ya que lo contrario, nos conducirá al suicidio de la más prístina realidad y de nuestra más cara esperanza, que contribuirán a sepultar las mejores ilusiones.

Nuestra patria nos exige trabajo y más trabajo, y que más, que tenemos un suelo generoso para depositar semillas, y aulas espaciosas, para sembrar lecciones y programas completos para ir al desarrollo.

En el camino estamos, en el camino nos han puesto la vida y el destino para conformar la Venezuela democrática que fue sueño y realidad de nuestros libertadores.

Vamos todos graduandos a vivir, trabajar, crear, luchar y soñar hoy y para toda la vida; el mundo que se les abre hoy es vuestro y requerirán moldear a los ciudadanos de este país en el crisol de la vida diaria, para formar y hacer buenos venezolanos, que sea amantes de su terruño y del país total, y predestinados para las grandes causas.

Nuestro NURR debe permanecer en esta ciudad para terminar de detectar sus males ancestrales y los de nuevo signo que le permitan acometer su función, que no es otra, que la de convertir al ser humano y su entorno, en entes plenos para la mejor convivencia, por el ejercicio de una cultura transformadora.

Esta disquisición sobre el papel del Núcleo Universitario nos recuerda las palabras cargadas de optimismo de Martín Heidegger, empeñado como nosotros en permanecer en la provincia, como deber e imposición de conciencia y como compromiso ético con la tierra de origen. Decía el filósofo: “sólo el trabajo abre el ámbito de la realidad de la montaña, la marcha del trabajo permanece hundida en el acontecer del paisaje”. Y, ciertamente la semántica del juicio heideggeriano se hace pertinente con la función de nuestra universidad, con cuyo trabajo se viene haciendo el nuevo perfil de esta montaña piedemontina.

Aprendamos de Heidegger, la lección de la tierra. El NURR simboliza la marcha del trabajo, y ustedes mis queridos ahijados y graduandos, son el acontecer de este paisaje universitario hundido en el surco abonado de toda nuestra geografía.

Es cierto que el NURR y las demás casas de estudios superiores del país  se encuentran en su peor momento, envueltas en un manto de viscitudes y agobiadas por una multiplicidad de problemas presupuestarios y con su autonomía violentada y mancillada por el gobierno nacional, sordo a los requerimientos formulados porautoridades universitarias y gremios universitarios y nos corresponde a todos quienes, laboramos en ella, exigir y demandar lo que la Universidad requiere para cumplir sus elevados fines formadores. Pero en tanto no exista una dosis de auténtica identidad universitaria con la institución que nos cobija, ésta se sentirá desprotegida y deprimida, y en consecuencia, incapacitada para cumplir a cabalidad con sus roles de docencia, investigación y extensión. Ya lo señalaba Felipe Herrera, al hablar de la función de la Universidad en el desarrollo de Latinoamérica: “A quien, si no a nosotros mismos, los latinoamericanos, compete la responsabilidad de orientar en cada uno de nuestros países, recursos públicos suficientes para que las universidades respondan a su alta misión noble, quien, si no de nosotros mismos los latinoamericanos, es la obligación de crear las condiciones necesarias para que nuestros sistemas de educación superior puedan absorber y difundir los conocimientos científicos y los procedimientos técnicos de otros países más avanzados”.

Este es un momento propicio para pensar y meditar sobre lo planeado por Herrera para que todos asumamos un compromiso con nuestra propia conciencia. Un compromiso de destino, como debe haberlo en el individuo que por providencias especiales haya alcanzado un sitial dentro del conocimiento y la cultura.

Nos corresponde meditar con Felipe Herrera en el papel del hombre actual, del dirigente que olvida el compromiso social para absorberse en el compromiso de su propia apetencia individual, o del universitario que no mejora ni actualiza sus condiciones profesorales, mediante una entrega al estudio y a la investigación.

El pueblo despertará cuando los que tuvimos la suerte del acceso a la cultura nos entreguemos con pasión vehemente a la causa de ese pueblo, pero en tanto no se actué con sinceridad y desprendimiento, no mejorarán sus condiciones y estaremos conduciendo a las nuevas generaciones a  un mundo estéril y yermo, como una especie de desierto total.

José Ingenieros señaló que “la envidia es una adoración de los hombres del mérito por la mediocridad. Es un rubor de la mejilla sonoramente abofeteada por la gloria ajena. Es un venenoso humor que mana de las heridas abiertas por el desengaño de la insignificancia propia”, y eso es algo en que no podemos caer.

Estimados ahijados, nunca olviden la casa que los acogió, donde sortearon escollos y dificultades, pero también vivieron horas felices que se les han debido quedar grabadas en nuestros corazones. Con la venia de ustedes me permito referirme someramente a destacar al sabio Rangel que constituirá la impronta de marca en la conciencia y vuestro ser, y los momentos más importantes de la creación de nuestra casa de estudios.

Rafael Rangel nace el 25-07-1877 y muere el 20-08-1909. (32 años).

En 1902 es designado jefe de laboratorio de Histología y Bacteriología del Hospital Vargas a los 25 años.  Se desempeña como preparador de las cátedras que dirige José Gregorio Hernández,lo que le permitirá un dominio absoluto de lo que debe ser un investigador aparte del manejo del método científico: técnicas de parasitología microscópica-coloración de microorganismos-elaboración de medios de cultivo-inoculación de gérmenes patógenos en animales de laboratorio.

En sus 7 años de investigador realiza lo siguiente:

-    Investiga y descubre los agentes etiológicos de dos enfermedades endémicas: humana-unciniarosis. animal-Derrengadera en los caballos.

-    Estudia casos de anquilostomiasis en deyecciones y en la mucosa intestinal. Observa el parásito Necatoramericanus y establece el tratamiento de la enfermedad. Este hecho le permite ser designado Padre de la Parasitología y el Bioanálisis en Venezuela.

-    Realiza el diagnóstico correcto del Antrax como una enfermedad bacteriana conocida como el grito de las cabras.

-    Inicia como entomólogo el estudio de los zancudos en Caracas.

-    Investiga el agente infeccioso del carbunclobacteriano o Bacillusanthracis.

-    Realiza estudios del anquilostomo duodenal.

-    Establece diversas teorías del Sistema Nervioso.

-    Estudia e indaga sobre la bronquitis vertiginosa de los bovinos.

-    Realiza tratamientos quirúrgicos de la forma bubónica de la peste.

-    Estudia a fondo el Bacillusauthracis en los cueros de los mataderos de Valencia y en cabras y ovejas de Coro.

-    Combate la peste bubónica producida por la bacteria Yersiniapestis, bacilo Gram-, por designación del propio presidente de la República Cipriano Castro, por recomendación del Dr. López Bruzual, quien era Ministro del Interior.

Tantos hallazgos, descubrimientos, viajes, trasnochos en tan poco tiempo y por ello el Dr. José Vicente Scorza señala que “Rangel era un hombre de total acción en su profesión porque su vida inquietante transcurrió entre la investigación y las luchas sociales”.

Rangel no trabajó para lucrarse, sino para ayudar al venezolano en sus enfermedades endémicas, esencialmente a los más desposeídos ya que sus investigaciones estaban destinadas a resolver problemas sanitarios de gran transcendencia para la población de la época.

Qué mejor nombre escogido para nuestra casa de estudios.

Nunca olviden al NURR, la casa que vence las sombras en Trujillo y que les cobijó a lo largo del tiempo de vuestra permanencia en la búsqueda del conocimiento para hacerse profesionales con sentido de pertenencia, y que costó muchos sacrificios y luchas para su creación y fue producto del amalgamiento de sus habitantes; allí se mezclaron personalidades, gremios, estudiantes, amas de casa y pueblo unido, sin distingos de ninguna índole y vale en este momento recordar algunos hechos que hicieron posible la cristalización del anhelo de la comunidad trujillana y que brevemente podemos señalar:

-    La marcha cívica al Rectorado desde Trujillo por el pueblo trujillano el 27-07-1971.

-    El Consejo Universitario de la ULA solicita al CNU la creación del NUT el 23-09-71.

-    La lucha del movimiento “Activismo Trujillano” Pro-Universidad en Enero de 1972.

-       La hora 0, ejemplo de civismo pacífico y contundente por una causa verdaderamente justa a mediados de Abril de 1972.

-       Aprobación del Consejo Universitario de la creación de la extensión del Núcleo en Trujillo el 23-06-72, que coincidió con el natalicio de Cristóbal Mendoza, primer presidente de Venezuela y Fray Juan Ramos de Lora fundador de la ULA.

-       Primera clase magistral dictada por Antonio Cárdenas en el Ateneo de Trujillo el 25-06-1972.

-       Firma del Decreto de creación en el Centro de Historia el 24-07-1972.

-       Acto de grado de la primera promoción (19 graduandos) el 09-12-1977.

Por un momento vamos a detenernos en el papel que les corresponde desempeñar a los egresados universitarios.

En las diferentes comunidades se abren más las brechas entre sus necesidades y la capacidad dirigente para solucionárselas. El interés propio y legítimo no está despertando interés en el conductor, ni se quiere ejercer un liderazgo para alcanzar el verdadero desarrollo, ni se asume el desafío que plantea la nueva sociedad. No queremos o no sabemos entender nuestra misión. Nadie busca su propia verdad. Parece ser que el que egresa de la Universidad se divorcia inmediatamente de su compromiso moral, para inmersarse en su propia suerte sin mostrar interés alguno por la suerte de los demás, que en vastísima proporción es menor que la suya.

En el transcurso universitario se es contestario, se indaga y se opina, se busca ciertamente el conocimiento, se es rebelde ante las injusticias de carácter social y comunitario; pero al irse de la universidad se deja de ser universitario, porque ya no interesan los problemas sociales, ni la deficiencia de cultura en la población, ni el estancamiento del Estado, ni las carencias asistenciales, ni el problema fundamental del ser humano en las localidades donde vivimos, y así no se puede ser universitario, por cuanto ni siquiera se es hombre. La Universidad de hoy exige un nombre multiplicador. La Cultura sembrada por la Universidad en sus hijos tiene que darse por medio de la participación, y una Universidad democrática como la nuestra tiene que enseñar a sus miembros la siempre nueva y conveniente idea de la participación, y que hoy sobre todo en esta época de pandemia y crisis profunda, sea un grito de guerra para despertar otra conciencia social más propicia al hombre que sufre penurias y carencias, por la satisfacción de sus necesidades de sobrevivencia.

Ustedes ahijados que egresan y se van por caminos disímiles, lleven en sus corazones el auténtico conceptode la Universidad para el mejor ejercicio social de la Universidad. Nunca sean universitarios con un sentido accesorio, sino que sean universitarios esenciales, que no es otra cosa que convertirse en agentes del cambio social, en participantes de todo un proceso de participación que tiene que operarse en estos pueblos, para no seguir siendo entidades abstractas y limitantes, sino concreciones políticas definidas con visión y praxis de su propio destinos.

El egresado del NURR tiene que ser forzosamente, un componente activo de este procesos social que viene exigiendo el país, y en concreto, “una nueva subregión en lo que podamos plasmar la imagen de nosotros mismos” como diría Walt Whitman.

Es bueno trabajar con las manos, que es lo que hemos venido haciendo, pero a este trabajo tenemos que sumar lo hecho con el espíritu para que haya unidad social y por consiguiente desarrollo, el hombre debe usar como señal Vico “la impronta de sus manos y de su psique”.

Sepan Ustedes graduandos, que deben ser dignos herederos de la gloria científica y humanística de Rafael Rangel. Que ser Rangelianos sea una categoría del Ser, por el Saber y por el Sentir, pero también por la aplicación intensa de esas dos condiciones a la nueva morfología por la que clama este pueblo en el tiempo y en el espacio de sus muchas necesidades.

Una referencia final en la lección universitaria de esta mañana. En la “Utopía Inglesa”, nos dice Morton: “la Educación no es ni un misterio reservado a una pequeña clase de letrados como en la Inglaterra de Moro, ni una materia distribuida parsimoniosamente en dosis cuidadosamente medidas a los niños durante algunos años y después olvidada  puesto que no tiene casi ninguna relación con la vida, como en nuestros días: la Educación es un perpetuo ensayo de comprensión del mundo en el cual el pueblo entero tiene su parte, tanto como los especialistas del saber que, lejos de constituir una secta, son apenas la vanguardia del pueblo, los jefes de una empresa en los que todos puedan participar. Y el saber es estimado y respetado, no en cuanto tal, o porque sea el patrimonio de una clase social, sino como medio de desarrollar al máximo las posibilidades del hombre”.

Parafraseando a Morton, diremos entonces que el NURR, es y debe ser un perpetuo ensayo en función de Trujillo, la vanguardia de este noble pueblo y una empresa de futuro en la que todos podamos participar.

Dejemos entonces al núcleo hacer su historia universitaria, escrita con los mejores signos del pueblo Trujillano y para ustedes mis apreciados ahijados recordar siempre las sentidas y recordadas palabras de Margerite YouRCenar “lo mejor para las turbulencias del espíritu es aprender. Es lo único que jamás se malogra. Puedes envejecer y temblar anatómicamente hablando, puedes velar en las noches escuchando el desorden de tus venas, puedes ver el mundo que te rodea, devastado por locos peligrosos, saber que tu honor es pisoteado en las cloacas de los espíritus más viles. Sólo se puede hacer una cosa en tales condiciones: aprender”.

Que el Supremo Hacedor sea el farol luminoso que les guíe en todas las facetas de vuestra vida y que ésta se les convierta en un perenne aprender.

Muchas Gracias.

 

Reflexiones por el cincuentenario del Nurr, la ULA en Trujillo | Opinión

Discurso de orden del profesor Pedro Rivera Chávez en el cincuentenario del Nurr


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Sitio Oficial de la Oficna de Prensa de la Universidad de Los Andes, Núcleo Universitario Rafael Rangel en Trujillo-Venezuela.
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1 comentarios :

  1. Que privilegio poder leer tan explendido discurso mis felicitaciones al profesor Pedro y gracias por tanto amor a nuestra institución Dios lo bendiga

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