*** Más de 1500 obras de arte forman parte patrimonio cultural de la ULA en Trujillo convirtiéndose en una de las más importantes del país. Este 19 de noviembre, la dependencia está de aniversario

Son casi cinco décadas trabajando por la cultura trujillana (Foto: Archivo / Prensa Nurr)

PRENSA ULA- NURR / Sheyla Rosario (Promotor Cultural) A cuatro años de fundado el Núcleo Rafael Rangel (Nurr) de la Universidad de Los Andes (ULA), es decir, en 1976 surge por iniciativa de un grupo de intelectuales, apoyados por la excelente gestión del rector de la época Pedro Rincón Gutiérrez, uno de los proyectos culturales más importantes de la alma mater, es decir, la creación del Museo de Arte Popular de Occidente, que hoy lleva el nombre de Salvador Valero.

El Museo: ventana cultural del Nurr

Bajo el lema “creo en los poderes creadores del pueblo”, el denominado Musaval (Museo de Arte Popular Salvador Valero), fue inaugurado como un espacio para el disfrute, la investigación, el encuentro de saberes y como un escenario para la difusión de las expresiones populares, no solo de la región trujillana, sino del país y que lo han convertido en el referente cultural del Nurr.

Sin duda, la dependencia se proyecta como alternativa para la comprensión y la creación de memorias propias de la cultura y para la atención a los eventos que demandan la presencia del hecho artístico y cultural, consolidados a través de diversos programas ejecutados por esta institución a lo largo de su historia; numerosas han sido las exposiciones individuales y colectivas instaladas dentro y fuera de sus espacios, donde se puede mencionar la Muestra de Plástica Trujillana y la Bienal Salvador Valero de Arte Popular.

Para la profesora Arsenia Mello, actual directora del recinto, “el museo nació como un hito en la historia cultural venezolana, es el espacio de mayor apertura, con estrategias acertadas y asertivas para ser un espacio de recepción de muestras signadas por diversidad de todas las expresiones culturales, en una dimensión no solamente local, sino en el espacio geográfico nacional e internacional, acogiendo investigaciones y ejemplares que abarcan todo lo referente a la vida cultural de los pueblos, que incluye la participación de tecnólogos populares en variedad de aplicaciones del pensamiento científico y de formación autodidactica, de transmisión oral y ejercicio de vida”.

Agrega que “es un honor para este recinto apreciar y promover mediante una profunda sensibilidad y compromiso con la vida la creación de saberes diversos. Desde el Musaval hemos vivido y hemos hecho historia”, considera.

Todas estas formas de expresión y comunicación se hallan en el museo del Nurr-ULA, cuyo infraestructura está albergada en la Casa Carmona Dr. Antonio Luis Cárdenas, ubicada en la ciudad de Trujillo, donde se conservan, exhiben y comunican los testimonios artísticos puestos de manifiesto en las obras de hombres y mujeres, creadores populares que desde su imaginación dan vida a sus creencias, valores y cultura a través de sus obras.

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La Bienal: programa bandera del Musaval

Con la premisa de la “no exclusión”, en el año 1986 comenzó la Bienal Salvador Valero de Arte Popular, uno de los programas expositivos más emblemáticos de esta institución cultural. En sus ya realizadas 13 ediciones, se ha difundido el arte y la cultura popular en sus distintas manifestaciones que le han dado carácter internacional, evidenciadas en las últimas dos celebraciones con la participación de más de 1000 artistas de todo el territorio nacional.

La Bienal, es considerada uno de los más grandes eventos culturales auspiciados por la Universidad, específicamente por el Nurr, cuyos espacios, incluyendo pasillos se han convertido en salas expositivas para la promoción y difusión del arte.

El compromiso educativo más allá de sus espacios

El museo, a lo largo de su historia, ha desarrollado importantes actividades dentro y fuera de sus espacios, cumpliendo una valiosa labor de extensión en la que se encuentran la celebración de tradiciones como la quema de Judas, paseo y búsqueda del niño, viacrucis vivientes, cruz de mayo, fiestas carnestolendas, concursos de pesebres comunitarios, entre otras.

Además, cumple un importante programa educativo, a través del plan de visitas guiadas junto al Museo va a la Escuela, donde se atienden a niños, niñas y adolescentes a través de talleres sobre distintas técnicas, algunos dictados por artistas invitados. De igual manera, el programa “El Museo Fuera del Museo”, ejecutado en distintas instituciones del estado, así como el “Plan Vacacional La Mudanza del Encanto”, y los programas de investigación, las asesorías a pasantes de distintas instituciones universitarias, aunado al diálogo con las comunidades, proyectando las tradiciones académicas y las vanguardias culturales.

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Colección del Museo: Orgullo patrimonial universitario

El Musaval, alberga y conserva en su patrimonio una importante y valiosa colección de obras realizadas por artistas representativos de diversas partes del país, habiendo el compromiso de preservar y dar a conocer como emblemas distintivos de la conciencia y la creatividad del artista popular venezolano.

Según la profesora Mello, “somos custodios de un material invaluable de la cultura material y espiritual de nuestros pueblos y sentimos una profunda obligación con quienes se forman de manera autodidacta independientemente de los muros de la academia, pero que perfectamente dialogan con lo que hay en el interior con una ventajosa posición de lo que alimenta lo cotidiano, la vitalidad humana y las fuerzas de la creación, que nos alienta aún en circunstancias críticas y de precariedad financiera, pero con una fortaleza espiritual que nos generan las creaciones artísticas”

De igual manera, el patrimonio material constituido por la colección del museo comenzó con su fundación, con las obras de Salvador Valero que fueron pioneras para el enriquecimiento de la misma, y cuyo número ha ido incrementándose de manera significativa por la adquisición y donación, siendo loable reconocer el legado del Doctor Antonio Luís Cárdenas con una de las obras más representativas y universales de Salvador Valero: La Inmolación de Hiroshima; asimismo, del Doctor José D´Alvenzio y la Doctora Mireya Mendoza de Alvarado, en los que se registra obras de Salvador Valero y otros artistas.

Asimismo, la colección está conformada, por obras de múltiples artistas: pinturas, dibujos, fotografías y escritos de Salvador Valero; Josefa Sulbarán, Eloísa Torres, Antonio José Fernández “El Hombre del Anillo”, Rafaela Baroni ,Lorenza Bastidas, Grone Romepri, Antonia Azuaje, Felicinda Terán de Salazar, Navor Terán, Evelia Mendoza, Pepe Calabrés, José Manuel Torrealba, Alberto Manzanilla, Omira Lugo, Víctor Aldana, Víctor Mejía, Carmen Terán, Carmen Torres, Víctor Aldana, Víctor González, Carlos Torres, Elsa Morales, Olga Farías, Margarita Soto, Demetrio Valero, Josefina Rey; y muchos otros hasta superar las mil quinientas obras.

Pese a los esfuerzos efectuados por parte de sus directivos y trabajadores, desde su creación, mediante un programa permanente de conservación, registro e inventario, el Museo ha hecho todo lo posible por mantener viva esta rica colección de obras de arte que comprende esculturas, tallas, pinturas, dibujos, fotografías, textiles, videos, entre otras representaciones y que debido a los bajos recursos recibidos para su mantenimiento, aunado a lo anterior, las condiciones climáticas del recinto donde se encuentran acogidas, la colección está en peligro, por ende, los mismo ocurre con la memoria que representa cada una de las obras que son parte del patrimonio.

Al respecto, la directora del Musaval cataloga como necesario y urgente implantar políticas de financiamiento de parte de la Universidad y el Estado, así como el apoyo tecnológico para controlar la humedad y temperatura, además de especialistas de los centros de conservación y restauración del país para atender este patrimonio nacional que permita mantener en óptimas condiciones los baluartes allí resguardados.

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Sede en eterna construcción

En la década de los 80 de manos de la vicerrectora de ese momento, la académica Marifé González, fueron recibidos los documentos de propiedad del terreno donde sería edificada la sede propia del museo, con la finalidad de contar con un recinto para dignificar la labor artística de cada creador plástico. Así inició el proyecto de construcción de la sede por parte de autoridades, trabajadores universitarios, artistas y especialistas en el tema.

Lamentablemente, el Musaval atraviesa por una de sus peores crisis. Su sede en construcción se encuentra paralizada, en evidente deterioro progresivo, completamente desvalijada y asaltada producto de las condiciones de inseguridad; sin embargo, su equipo de trabajo mantiene la esperanza viva y que pronto el sueño de verla culminada y operativa se haga realidad.

Es un compromiso de la Universidad y de las autoridades gubernamentales, cumplir con los artistas y el colectivo nacional, de igual manera con Salvador Valero, que al tratarse de sus obras se refería con la frase “¿Qué serán de mis cosas cuando yo muera?”. Es el clamor de una institución que ha sido reconocida por la comunidad nacional e internacional en atención a su trayectoria en pro del arte y la cultura popular, con la esperanza de ver concretado tan esperado proyecto que dará oportunidades para continuar trabajando al servicio del arte popular trujillano y nacional.

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Una institución de gran valor universitario

A propósito de su 46 aniversario, el 19 de noviembre de 2022, es de considerable valor este visionario espacio, el cual tiene la firme disposición de ofrecer apoyo a los procesos culturales, como un recurso comprende amplios aspectos de investigación, transmisión y formación del colectivo, especialmente los sectores educativos, y cuya misión es dar respuesta permanente a la necesidad del ser humano de estar en contacto desde la creación hasta la apreciación e identificación con el arte, y particularmente con lo popular en todas sus manifestaciones.

Mello anhela retomar los grandes programas que representaron la fuerza del museo y sumar nuevos proyectos que incluyen la producción de cortometrajes que promuevan las expresiones artísticas populares, en la construcción de una aldea sin muros en el sentido global y cultural que seguramente dejarán el alto el nombre esta Ilustre casa de estudios, como lo es el Nurr.