*** Testimonios de
universitarios reflejan el amor, esfuerzo, entrega, dedicación y compromiso con
la alma mater trujillana, enalteciendo su nombre y situándola como pionera en
el desarrollo académico y sociocultural de la región
Mística y dedicación caracterizan al
personal del Nurr (Foto: Carlos Cegarra)
PRENSA ULA-NURR / Sheyla Rosario. Cinco décadas han
transcurrido desde la fundación del Núcleo “Rafael Rangel” (Nurr) de la
Universidad de Los Andes (ULA), institución que ha logrado un importante
impacto en el desarrollo académico y sociocultural en el estado Trujillo gracias
a la entrega, dedicación y amor a lo que se hace por parte tanto de los
profesores como trabajadores, quienes desde sus distintas áreas laborales, con
vocación de servicio, ejercen sus funciones en pro de la excelencia
universitaria.
Rostros e
identidad universitaria
Ante cualquier trámite
académico, el vigilante, el obrero, la secretaria, el asistente o el
catedrático son los primeros rostros que
reciben al estudiante o visitante para
guiarlo y orientarlo ante la necesidad de cualquier información que requiera.
Sin duda, el staff de trabajadores universitarios son los artífices y embajadores de la eficiencia académica que determina la institución universitaria.
A cincuenta años del Nurr el personal jubilado o activo ha estado
identificado significativamente con los
valores comunes que erigen la universidad de Trujillo, su carácter democrático,
libre de pensamiento y plural son elementos que proyectan la personalidad de
los hombres y mujeres quienes desde múltiples palestras son parte del proceso
social y compartir de saberes, tradiciones, cultura y compromiso social que
conforman el quehacer universitario.
Es un orgullo ulandino
pertenecer, laborar o ser egresado de una universidad que nació del corazón de
los trujillanos, que se enaltece en el amor, respeto y compromiso por la casa
que los alberga como empleadora y formadora, honrando a los universitarios con
valores humanísticos institucionales y sociales.
La ULA apuesta por unidad, solidaridad y reflexión
Sentido
de pertenencia
En este contexto, la pertenencia
universitaria como un todo, marca la
diferencia en el contenido y la proyección de los valores que caracterizan a la máxima casa del
conocimiento, donde convergen todas las expresiones socio culturales que son
parte de la idiosincrasia de un pueblo arraigado a sus valores históricos,
democráticos, humanísticos y sociales. De esta manera se presentan los
testimonios de una representación de trabajadores de la alma mater trujillana,
quienes desde sus distintas funciones, manifiestan sus experiencias y
apreciación hacia la universidad trujillana.
Vocación
de servicio
María Antonieta “Tata” Fuentes, jubilada
activa, tras 28 años de haber cesado sus funciones laborales actualmente apoya
la Unidad de Protocolo del Nurr, especialmente los en los actos de grado. “Mi
pasión es la ULA y continuaré prestando mi colaboración con vocación de
servicio y amor por la casa que vence las sombras. Hoy cuando celebramos
cincuenta años de la universidad trujillana invito a su rescate porque Trujillo
se lo merece para seguir egresando profesionales íntegros con valores
ulandinos”
Unión,
amor y esperanza universitaria
Kabir Mendoza, profesor adscrito al Departamento de Ciencias Pedagógicas y coordinador de Asuntos Estudiantiles del Nurr, expresa que “es un placer celebrar un nuevo año de la ULA en Trujillo. Me siento motivado y esa motivación, alegría y esperanza quiero transmitirla a todos mis compañeros; sabemos que son tiempos difíciles, sin embargo, tiempos difíciles hacen a hombres fuertes, estoy convencido que vencer las sombras pasa por la unión, perseverancia y trabajo en equipo de todos los que amamos la academia, así que aprovechemos este aniversario para afirmar que la universidad está de pie en medio de las adversidades y que todos podemos sumar un grano de arena para el rescate institucional”. Desde su óptica son “cincuenta años haciendo historia, haciendo educación y la nación se hace en base a la educación de sus ciudadanos”.
Mirada desde
la ciencia
Por su parte Carmen Lucila
Morillo, asistente administrativo del Instituto Experimental “José Witremundo
Torrealba” (Iejwt), manifiesta su agradecimiento a dos figuras importantes
en la investigación científica los doctores José Vicente Scorza y Elina Rojas, personajes
ejemplares quienes le abrieron las puertas y confianza para ingresar al campo
laboral universitario. “Ser ulandina ha sido una experiencia extraordinaria,
llena de conocimientos y enseñanzas que considero provechosas, permitiéndome
conocer el quehacer científico y
compartir con personas maravillosas, solidarias de quienes cada día aprendemos,
pido a los universitarios a trabajar y
luchar por la ULA en Trujillo, institución
formadora de grandes profesionales”, indica.
Diecinueve académicos han presidido al Nurr (1972-2022)
Universidad
de puertas abiertas
Jean Carlos Contreras, trabajador de mantenimiento del Museo de Arte Popular Salvador Valero (Musaval), con más de nueve años laborando en la dependencia cultural afirma que “mi experiencia ha sido satisfactoria, ha sido un gran aprendizaje en especial el valor al arte y la cultura. Agradezco profundamente pertenecer a esta casa de estudios, abogo a seguir luchando y trabajando para que el Nurr se mantenga de puertas abiertas a los estudiantes, personal y el pueblo trujillano”.
Fraternidad
ulandina
José Graterol, vigilante de la
Casa Carmona “Dr. Antonio Luis Cárdenas” refleja su amor y apego hacia la universidad, considerándola
más que un espacio de trabajo, un lugar para la fraternidad y el compartir
ulandino. “Desde que ingresé a la ULA han sido muchas anécdotas vividas y compartidas
algunas difíciles, otras satisfactorias y colmadas de alegrías compartidas. Ver a
cientos de jóvenes egresar en diferentes carreras es motivador, durante
la pandemia los vigilantes tuvimos que ejecutar diversas funciones,
jardinería, mantenimiento, limpieza, todo hecho con afecto y compromiso con nuestro Nurr y para evitar su deterioro total”.
Asimismo, sostiene estar muy agradecido con la universidad
porque aparte de ser su fuente de ingreso, es su casa, allí se encuentra su segunda familia integrada por compañeros de
trabajo y hermanos que le obsequiaron la vida, algunos ya jubilados, otros partieron
de este plano terrenal. Insiste que “a pesar de las adversidades debemos
mantenernos unidos, estoy seguro que unidos
podemos ofrecer mucho más. Que viva la ULA y que viva el Nurr”.
Alianzas con organismos multilaterales: un camino para la investigación ulandina
Transportando
sueños
Danny Peña, chofer asignado a la Unidad de Transporte del Nurr, resalta su agradecimiento y compromiso con la casa que vence las sombras, augurando que la actividad universitaria sea retomada y continúe cosechando frutos en pro de la academia. “Estoy orgulloso de pertenecer a la familia del Nurr, ha sido un trabajo acogedor, mi mayor deseo es volver a retomar las rutas, que nuestro parque automotor sea recuperado y nuevamente poder transportar la alegría, sueños, incluso entusiasmo de nuestros estudiantes, dando ejemplo de perseverancia y ganas de trabajar”, destaca.
Compromiso
ulandino
Mientras que Mauricio Torres, asistente de un laboratorio de investigación con 33 años de perseverante labor, caracterizado como uno de los trabajadores más consecuentes y comprometidos con el quehacer universitario, diariamente asiste a las instalaciones de la Villa Universitaria, aún en días no laborables para cumplir con sus funciones las cuales las realiza con esmero y amor por la que considera su segundo hogar. “La ULA significa mucho para mí, he vivido muchas experiencias que me han llenado de sabiduría, aspiro y espero dar mucho más por la universidad. También apuesto por un cambio pese a que estamos viviendo momentos difíciles invito a mis compañeros de trabajo y los estudiantes a no perder la esperanza y continuar luchando porque somos nosotros quienes tenemos el compromiso y responsabilidad de sacar al Nurr adelante”.
Grados en el Nurr: muestras de resistencia, perseverancia y vida ulandina
Compromiso
institucional
Hoy, cuando las universidades autónomas de país atraviesan por una profunda crisis, con un menguado presupuesto que ha impedido el óptimo desarrollo de las actividades académicas, la diáspora de estudiantes y capital humano, sumado a los indignos salarios que perciben sus trabajadores quienes pese a la adversidad continúan luchando con arraigo y firmeza, en defensa de la gran casa que los cobija, seguros de que unidos lograrán vencer las sombras de la ignominia y que el resurgir de la universidad traerá consigo importantes y positivos cambios en pro del avance de la academia.
Nada ha detenido la formación de
profesionales en la ULA Trujillo (Foto: Carlos Cegarra)
Las coordinaciones, como es el caso de la
administrativa, trabajan con vocación de servicio (Foto: Carlos Cegarra)
El equipo vicerrectoral, presidido por
Geovanny Castellanos, trabaja para que la universidad siga abierta (Foto:
Carlos Cegarra)
En la Casa Carmona también prevalece en
sentido de pertenecía por el Nurr (Foto: Carlos Cegarra)
Los estudiantes contribuyen a la
permanencia institucional (Foto: Carlos Cegarra)
Trabajadores de la Unidad de Vigilancia
dieron ejemplo de constancia durante la pandemia por Covid-19 (Foto: Carlos
Cegarra)
Aseadoras,
obreros y jardineros también han demostrado sentido de pertenencia
institucional (Foto: Carlos Cegarra)
Integrantes de la Unidad de Transporte
abogan por el normal funcionamiento del Nurr (Foto: Carlos Cegarra)
Distintas oficinas y dependencias prestan
sus servicios pese a las adversidades (Foto: Carlos Cegarra)
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