*** El profesor afirma que sus periodos vicerrectorales estuvieron enmarcados en la valoración y consolidación del liderazgo institucional. Además, insiste que el NURR, como una universidad, nació con el calor del pueblo
El profesor Juan Carlos Delgado dirigió al NURR en los periodos 1993-1996 y 1996-1999 (Foto: Cortesía) |
PRENSA ULA-NURR
/ Sheyla Rosario. En ocasión de la celebración del 50 Aniversario
del Núcleo “Rafael Rangel” (NURR) de la Universidad de Los Andes (ULA), el Doctor
Juan Carlos Delgado, exvicerrector durante los periodos 1993-1996 y 1996-1999,
reflexiona sobre lo que ha sido y es la primera universidad autónoma de
Trujillo.
Desde Argentina aceptó ser consultado por Prensa NURR para compartir su visión universitaria, al tiempo de comentar parte de los aportes dados en sus gestiones al fortalecimiento de la academia.
.- A inicios de los 70 diversos sectores, con énfasis la juventud,
impulsaron acciones pro creación de la universidad pública, autónoma,
democrática, participativa y plural, logrando crear consciencia sobre la
importancia de contar con un recinto de formación superior y abrir caminos para
crear el Núcleo Universitario Trujillo de la ULA. Ante ello, ¿considera que los
objetivos iniciales se cumplieron en materia académica, social, de extensión e
investigación? Explique.
R: Los hechos históricos no son
casuales mucho menos producto del azar, sino que se enmarcan en circunstancias
de donde emana su origen, en el caso de la creación del Núcleo Universitario de
Trujillo de la Universidad de Los Andes en Trujillo este origen tiene varias vertientes o
referentes que confluyeron al 23 de junio de 1972, por tanto, hay que
interpretarlo en las circunstancias internacionales, nacionales, regionales y
locales que sirvieron de fermentos para el desarrollo de este hecho histórico.
A nivel internacional, nos remontamos
al año 1968 como año axial de profundos cambios juveniles, y, por ende, en la
vida de las universidades a nivel mundial, con énfasis en el hemisferio
occidental, el transcurso de ese año, y los siguientes del inicio de la década
de los 70 del siglo XX fueron marcados por el año 1968. Este año es necesario
revalorarlo por el impacto que tuvo en el imaginario político y cultural del
mundo y de América Latina, entre ellas, las protestas y actos de rebeldía de
los estudiantes y jóvenes en México (1968) que se convirtió en un movimiento
social de grandes proporciones que convocó a estudiantes, trabajadores e
intelectuales, impactando a la sociedad mexicana y luego se extendió como
referente para América Latina. Otros
eventos como el Mayo Francés o la Primavera de Praga (1968) que al igual que
los sucesos de México, sus símbolos y valores, se expandieron por todo el mundo
generando, así mismo, movimientos de cambios profundos en las sociedades de
Latinoamérica de entonces, especialmente en las comunidades universitarias.
Estas circunstancias generaron una
ola cambios y modos de interpretar la vida juvenil, sobre todo, el rol de los
universitarios en las sociedades, casualmente sucedía, 50 años después de la
reforma de Córdoba de 1918. Dentro de las universidades esta ola política, social y cultural tuvo un alto estallido, derivando
en importantes cambios institucionales, que se denominó el periodo de la
reforma universitaria. En la Universidad de Los Andes germinaba este movimiento
cuestionador y reformista con mucha fuerza, en lo social, político y cultural.
A nivel nacional,
para ese mismo año de la fundación, 1972, transcurría el periodo de gobierno del presidente Dr. Rafael Caldera (1968-1973,)
donde se desarrolló lo que se llamó la política educativa de Modernización y
Regionalización de la Educación Superior de Venezuela, que consistía en un profundo cambio de las
estructuras universitarias existentes, la promoción de instituciones
universitarias experimentales, así mismo, impulsar la presencia de la educación
superior en las diversas regiones del país, creándose, en consecuencia, nuevas
universidades y desarrollo de extensiones regionales de la universidades
tradicionales, entre ellas, la Universidad de Los Andes, en la región de los
Andes Venezolanos. Se abría la oportunidad para que las regiones apartadas de
los centros de poder nacional, como era Trujillo, tuvieran su universidad.
En lo regional, en la
Universidad de Los Andes, en el periodo del Dr. Pedro Rincón Gutiérrez, existía
lo que podemos decir un movimiento de transformación de esta universidad para
dar respuesta a la política de modernización y regionalización de la Educación
Superior para los Andes Venezolanos y al crecimiento de la matricula
estudiantil que había pasado de 8000 estudiantes en 1968 a unos 50 mil ingresos
en 1971. Para ese entonces, habían
regresado un significativo grupo de profesores de esta universidad que habían
ido a hacer postgrado en las mejores universidades del mundo, así como, se
habían incorporado algunos profesores y expertos extranjeros contratados de
apoyo a la investigación y la planificación universitaria. Esto hizo posible
que la ULA desarrollará cambios importantes en su estructura institucional y
académica, que se llamó la Doctrina Universitaria N°1, esta doctrina marco de
manera prospectiva el rumbo de la renovación universitaria ulandina.
En este apartado hay que
considerar el pensamiento del Rector Rincón Gutiérrez, un intelectual de
vanguardia y de sentido futurista, un ser visionario, que inspirado en el Mayo
Francés se propuso a convertir a la Universidad de Los Andes, no solo un polo
de investigación y desarrollo para los Andes Venezolanos, sino también un polo
cultural para la sociedad de su entorno, de “la universidad con una ciudad por
de dentro” de Mariano Picón Salas, deseaba hacer de la ULA una universidad
donde “el hombre andino tuviera una universidad por dentro”. Mérida de la
década de los 70 fue una referencia intelectual y cultural de la Venezuela de entonces. En ese escenario ulandino se
debatían las perspectivas de las extensiones de la ULA para Táchira y Trujillo
En cuanto a
local, en las sociedades locales
venezolanas se crearon expectativas de tener sus propias universidades o
extensiones universitarias. Por tanto,
desde las instituciones públicas, como privadas, se plantearon esta idea con mucha fuerza y
entusiasmo, en el caso de Trujillo, aprovechando el interés del Rector Pedro
Rincón Gutiérrez de expandir el Proyecto-ULA a todos los estados andinos, así
como, la circunstancia que se daba por
la presencia del trujillano Dr. Antonio Luis Cárdenas en las comisiones
centrales de transformación de la
Universidad de Los Andes y las relaciones que éste tenía con líderes de Ateneo
de Trujillo se comienzan a promover un movimiento pro universidad para
Trujillo, apoyados en el marco del Programa de Modernización y Regionalización
de la Educación Superior en Venezuela, fue desde ese epicentro que se incorporó
a la Gobernación, a la Asamblea Legislativa y al Concejo Municipal de la ciudad
de Trujillo, indudablemente que este movimiento se extendió a todos los
sectores de la sociedad trujillana, muy especial, en la juventud como primeros
beneficiarios de tener una universidad en Trujillo.
Fue así como los trujillanos en una
extraordinaria e histórica marcha hacia Mérida presentaron formalmente la
solicitud de la extensión de la Universidad de Los Andes para el estado
Trujillo, proyecto que estaba muy adelantado en la Oficina de Planificación de
la ULA (PLANDES), plasmado en un documento denominado Doctrina Número 3 de la
ULA. Este entusiasmo colectivo y presión social le dio el calor de la sociedad
trujillana al propósito planteado, lo que sirvió para que, tanto el Consejo
Universitario de la ULA, como el Consejo Nacional de Universidades (CNU)
apoyaran y aprobaran el proyecto de extensión universitaria para Trujillo.
De allí que se afirme que NURR es una
universidad que nació con el calor de un pueblo, el pueblo trujillano, por lo
tanto, germinó con un extraordinario compromiso, ser motor del desarrollo del
Estado Trujillo, en consecuencia, el Núcleo Universitario “Rafael Rangel” de la
Universidad de Los Andes es la Universidad de Trujillo y la obra más importante
del siglo XX en Trujillo.
El 23 de junio de 1972 se concreta
esta expectativa de los trujillanos, tener su universidad, y esta institución
se inicia bajo el espíritu de la Doctrina Núm. 3 de la Universidad de Los
Andes, que reza: “…los objetivos del Núcleo Universitario de Trujillo son:
formar los recursos humanos de alto nivel para el desarrollo de la subregión
Motatán-Cenizo, producir la ciencia y la tecnología para la resolución de los
ingentes problemas de sus habitantes y ser promotor de la formación del
pensamiento crítico de la sociedad de la subregión citada.
Una vez le pregunte al Doctor Pedro
Rincón Gutiérrez por qué se escogió el 23 de junio, y me respondió: “el 23 de junio
se celebra el nacimiento de uno de los símbolos fundacionales de la Universidad de Los Andes, el nacimiento
de Juan Manuel Fray Ramos del Lora, quien fue el fundador del Seminario
Buenaventura de Mérida que dio origen a nuestra universidad andina.”
Consecuente con nuestro recordado y apreciado Perucho Rincón, el Rector Fundador, yo propongo, como sugerencia personal, construir dos plazas en los espacios del NURR, una con un busto del Rector Pedro Rincón Gutiérrez y otra de Juan Manuel Fray Ramos de Lora, o dos placas conmemorativas en lugares visibles de la Villa Universitaria, para que siempre se recuerde cual fue nuestro origen histórico.
.- ¿Considera que los objetivos iniciales se cumplieron en materia
académica, social, de extensión e investigación?
R: Considero que en estos 50 años de
vida institucional, el NURR ha cumplido y sigue cumpliendo con los compromisos
asumidos en la doctrina de su creación, ha formado miles de profesionales, educadores, administradores, contadores
públicos, comunicadores sociales,
ingenieros y técnicos que son parte del objetivo de formar los recursos de alto
nivel para el desarrollo trujillano, ha producido ciencia y tecnología con sus
dos decenas de centros de investigación, ha sido centro del rescate, formación
y difusión de las artes plásticas, la literatura, la música y las artes
escénicas, en sí, ha sido un espacio para que se desarrollen los principios y
valores de la libertad y la democracia en la sociedad trujillana. En esta
dirección, es de destacar el aporte al rescate y preservación de la identidad
trujillana y sus valores, aporte que ha sido inmenso y reconocido por todos.
El NURR es una institución en proceso de construcción, es una institución que pese a tener medio siglo de vida es joven con respecto a la ULA que tiene 237 años. El proceso progresivo de maduración académica y política le proyecta como una de las mejores universidades del Occidente de Venezuela. Debo resaltar, en este apartado, que el NURR por tener una organización diferente a las tradicionales facultades de la ULA, con una organización matricial departamentalizada, ha podido desarrollar un trabajo académico más transdisciplinario y más pertinente con la sociedad de sus entornos. En este sentido, basado en los números, Indicadores de Gestión de la Dirección de Planificación de la Universidad de Los Andes, podemos afirmar que el NURR, junto con las Facultades de Ciencias y de Medicina son las instancias más productivas de esta universidad en docencia, investigación, extensión y desarrollo.
.- Cónsono al abordaje anterior ¿estima necesario retomar el
espíritu de lucha y combatividad estudiantil, así como social y académico de
los 70 para darle larga vida al NURR al tiempo de contribuir con su inminente
rescate?
R: La comunidad universitaria
venezolana nunca ha perdido el espíritu de lucha y combatividad, el espíritu
libertario y contestatario es la llama que mantiene viva a la universidad
autónoma y esta llama siempre estará prendida hasta el día que deje de existir
el último universitario, o sea que es una llama eterna. El NURR como
institución universitaria ha pasado por un proceso de maduración que ha ido
asumiendo diversos modos de lucha y combatividad, desde las luchas virulentas
de calle, pasando por las marchas multitudinarias y las asambleas tumultuosas
de la comunidad universitaria, hasta ser centro reflexivo del debate político,
social y cultural de la sociedad trujillana.
En la década de los 70 del siglo XX,
década en donde nace el NURR, se vivía en las comunidades universitarias de
todo el país, y en ese contexto, nuestra
universidad trujillana no podía escapar de esa circunstancia, un ambiente de
efervescencia social hacia el cuestionamiento de un modelo de sociedad y Estado
que se agotaba, tal como lo describimos en la respuesta anterior como una
tendencia juvenil planetaria, cuestión que coincidía con la irrupción de
cientos de miles de bachilleres que egresaban de la educación media que habían
ingresado a la educación primaria desde
1958, los primeros bachilleres de la era de la democracia, una juventud formada en la escuelas y liceos en
un pensamiento para la libertad y para
la democracia, para la participación activa en los procesos sociales, políticos
y culturales, y esa juventud cuestionadora vio en la universidad autónoma la
oportunidad de expresar sus inquietudes
y sus sueños.
Ese fenómeno psicosocial y político,
que se indica anteriormente, se ha mantenido de generación en generación con
distintos matices y modos de combatividad. Además, no se puede negar que la universidad
trujillana cumpliendo su compromiso de ser la forjadora del pensamiento crítico
de la sociedad de su contexto, ha transformado con sus profesores,
trabajadores, egresados y estudiantes, la mentalidad de los trujillanos. Así
como hemos impactado a la trujillanidad, la trujillanidad ha logrado
impregnarnos con sus tradiciones, valores y simbologías. Podemos afirmar, que
la universidad trujillana ha impregnado de universidad a la sociedad
trujillana, se cumplió y se sigue cumpliendo lo que decía el Rector Magnífico
Dr. Pedro Rincón Gutiérrez, “lograr formar un hombre con una universidad
por dentro”.
Esa formación del pensamiento crítico
no se puede medir con indicadores matemáticos, porque son subjetivos y
sensitivos, intuitivos y emocionales, solo se observa en el comportamiento del
trujillano actual, que nos lleva decir que hemos marcado el tiempo de los
trujillanos: Trujillo antes del NURR y después del NURR. La combatividad social
no es solo un fenómeno de presión y protesta social, sino también es capacidad
de reflexionar y comprender la realidad de manera integral, capacidad de
organización social y política, de estabilidad emocional para asumir los
caminos de lucha en la dirección de la transformación social, y en ese sentido
los trujillanos han madurado mucho desde la presencia de la universidad de
Trujillo, podemos afirmar que el NURR ha logrado ese objetivo que ha propuesto
desde hace 50 años.
De manera que no se puede hablar de rescate del NURR, sino debemos hablar de reactivar al NURR, que por circunstancias externa a la universidad ha estado paralizado en sus funciones vitales, pero dentro de sí sigue vivo, además debemos tener en cuenta que el tiempo de la universidad no es lineal sinocíclico, en consecuencia, se afirma que el NURR está pasando por un ciclo oscuro, de sombras, pero como es la institución que vence las sombras pronto se reactivara para beneficios de todos.
.- ¿Qué representa para usted Trujillo y el NURR?
R: Trujillo representa mis raíces históricas, he sido un soldado de sus
sueños laborando desde varios frentes, sobre todo, el universitario, para
lograr concretar esos sueños en beneficio de toda la sociedad trujillana. Soy defensor y promotor de la trujillanidad
como eje de nuestra identidad cultural, factor fundamental para convocarnos,
desde la querencia, desde el afecto con Trujillo y su gente, para impulsar
grandes proyectos comunes para el desarrollo de nuestro amado Estado.
La Universidad de Los Andes es mi segundo hogar, a ella le debo todo lo que tengo, y dentro de la ULA el NURR como parte indivisible de la totalidad universitaria andina. Llegué al NURR en 1979 y me imbrique con sus proyectos de vida académica formándome para ser docente e investigador durante 25 años hasta mi jubilación, sigo integrado al NURR luego de jubilado, como investigador activo, certificado por CDCHTA de la ULA, adscrito al Instituto Experimental Regional de Investigaciones Humanísticas Económicas y Sociales de ULA-Trujillo, antes CRIHES. En sí, se puede afirmar, sin temor a equivocarnos, que para los profesores y trabajadores del NURR esta institución es parte de sus proyectos de vida, ya que todos nos involucramos de manera entusiasta y comprometida, como parte de la comunidad de intereses que somos, en los desafíos y compromisos de esta universidad trujillana. En el NURR existe una vida académica con altos niveles de complementariedad, reciprocidad, solidaridad y compañerismo, que hace que sea una institución amigable para la integración en redes de conocimiento y de amistad.
.- ¿Cuáles fueron los retos, desafíos, compromisos y logros más
resaltantes durante su período Vicerrectoral y los aporte ofrecidos a la academia, investigación,
cultura, extensión, deportes, entre otras áreas, así como en lo referente a la
infraestructura (espacios físicos) y la distribución del presupuesto para el
funcionamiento del NURR?
R: Nuestro paso por el Vicerrectorado fue en 2 periodos consecutivos, 1993
a 1996, y 1996-1999. Para responder a esta interrogante debo acotar que la
estructura organizativa matricial y horizontal, departamentalizada del NURR permite
mayor conectividad interpersonal y mayor integración transversal entre áreas
del conocimiento y entre actores universitarios, lo que hace que todos seamos
una unidad indivisible y coherente, en la búsqueda del logro de los objetivos
institucionales. Esto lo indico para expresar que los retos, desafíos,
compromisos y logros de una gestión son de toda la comunidad universitaria que
juntos han construido una visión compartida sobre el destino de la institución,
de tal modo, que los dos periodos vicerrectorales que me toco presidir fue una
gestión de equipo con el involucramiento de toda la comunidad
universitaria.
El primer
reto, del primer periodo de gestión (1993-1996), fue superar la espiral de violencia
y fragmentación social que heredamos de los dos periodos vicerrectorales anteriores
en el NURR, circunstancia que había generado un ambiente enrarecido que
limitaba el funcionamiento institucional, apenas se podía hacer un semestre de
docencia al año, la investigación y la extensión estaba muy decaída, y la
inseguridad personal cada día se acrecentaba,
tanto que afectaba la permanencia con seguridad de los trabajadores
universitarios en el recinto.
Esta situación no solo violaba el derecho a
una vida laboral digna sino violaba, además, con flagrancia, el derecho sagrado
a la educación de más de 5 mil estudiantes que veían suspendido sus clases al
ser alterada la paz por un grupo de estudiantes y no estudiantes que había
tomado la institución para desarrollar sus desmanes justificada en una
autollamada “desobediencia estudiantil”.
Con el
apoyo de los equipos de trabajo y el consenso de la comunidad universitaria
comenzamos un programa de reconstitución de la comunidad universitaria, o sea,
reparación del tejido social de los universitarios, superar la sociedad
fragmentada que se había convertido el NURR, mediante dos subprogramas, uno, de
humanización de los ambientes universitarios y, otro, de sociabilización de la
vida universitaria. En el primero fue
rescatar las áreas verdes y de expansión de la Villa Universitaria, la
recuperación del estado de la calidad ambiental de pasillos, salones de clase y
salas sanitarias, resolver la crisis del comedor, de las áreas deportivas, de
las áreas culturales, el servicio de transporte estudiantil y la recuperación
de los ambientes destinados para la investigación, tanto en la Villa del Prado
como en la Casa de Carmona.
En el
segundo subprograma, la sociabilización de la vida universitaria consistió en
promover y mejorar los encuentros interpersonales y colectivos entre
universitarios: promover la organización política, social, cultural y religiosa
de los estudiantes, profesores y trabajadores, mejorar los ambientes de
encuentro de los gremios universitarios, FCU, APULA, AEULA y SOULA, promoción
de encuentros académicos y científicos, políticos, sociales y culturales. En si
hacer amigable y digna la vida en los ambientes universitarios del NURR que se
habían destruido con la violencia, ir de la violencia hacia el afecto y respeto
entre hermanos universitarios.
Eso condujo
a los siguientes logros: en docencia se alcanzó estabilizar la actividad
escolar, durante los seis años de gestión (1993-1999) se desarrollaron con
normalidad dos semestres por año, más un curso intensivo equivalente a medio
semestre, registrando un rendimiento de frecuencia escolar del 125%. En Investigación se pasó de 19
investigaciones que se tenían registradas en el CDCHTA de la ULA a 179
investigaciones registradas y financiadas por los órganos competentes;
creándose y consolidándose centros y grupos de investigación, el esfuerzo de
investigación y postgrado se coordinó con mucha eficiencia y eficacia desde una
nueva coordinación que se creó, como fue la Coordinación de Investigación y Postgrado,
que antes dependían de la Coordinación Académica.
En materia
curricular se promovieron y aprobaron profundas reformas a los programas de
estudios y se aprobaron e iniciaron nuevas carreras y se reformularon otras
bajo la egida de la Coordinación Académica. Desde la Coordinación de Secretaría,
también creada en la gestión, se
democratizó los asuntos de la Secretaría,
en cuanto a la agilización de los procesos y el respecto a los derechos de los
profesores en el procesamiento de sus documentos, así como, se
sistematizaron los registros
estudiantiles y se logró darle legitimidad, equidad y ética al proceso de ingresos estudiantiles. En
materia deportiva y cultural estudiantil se desarrolló una planta física
deportiva y cultural muy significativa y se organizó la comunidad estudiantil
para la autogestión de dichos espacios y sus actividades, se logró
descentralizar la planificación y administración de los recursos para el deporte y la cultura que antes dependían
directamente de Mérida.
En asunto
de servicios de comedor se desarrolló en Trujillo el mejor comedor de la ULA,
que fue referencia para otras universidades venezolanas, el cual era
supervisado, junto con el servicio de transporte, por los estudiantes. En el
tema comunicacional se mantuvieron dos periódicos semanales (semanarios) para
informar a la comunidad universitaria y una intensa participación en programas
televisivos, radiales y en prensa escrita regional. La Coordinación
Administrativa fue reorganizada y automatizada en sus procesos, dando mayor
confianza a la comunidad universitaria en el manejo de los recursos y en la
entrega de cuentas.
Este rendimiento institucional permitió justificar las demandas de aumento presupuestario para el funcionamiento y mantenimiento, para la docencia, la investigación, la extensión, el deporte y los servicios estudiantiles. El prepuesto se triplicó en los seis años de gestión vicerrectoral de 1993 a 1999, tanto por asignaciones corrientes de la Universidad de Los Andes, como por los apoyos del gobierno nacional, estadal y municipal.
.- Describa los hechos más relevantes que enfrentó durante su
gestión, incluyendo protestas estudiantiles, gremiales y la constante lucha
universitaria por asignación de un presupuesto justo
R: En la respuesta de la pregunta 4 pudimos
describir un hecho relevante relacionado con la violencia estudiantil en el año
inicial de nuestro periodo de gestión vicerrectoral, pero podemos añadir, con
responsabilidad y con el ánimo de responder a esta pregunta, que a partir del
segundo año de gestión la comunidad universitaria del NURR entró en un proceso
de madurez institucional, modificando su modo de resolver los conflictos,
pasando de la violencia callejera a una manera pacífica, reflexiva y
democrática de resolución y de protestas, se impusieron las asambleas y las
reuniones gremiales, la elaboración de documentos y comunicados, así como las
marchas organizadas y controladas para evitar los brotes de violencia de los
infiltrados.
Al interior de la institución se
buscó darle solución consensuada entre las autoridades universitarias y los que
se sintieran afectados o amenazados en sus derechos humanos y como
universitarios, mediante el diálogo
respetuoso, sobre todo, una comunicación abierta y conciliadora en la vía de
resolver el conflicto o la observación planteada, actitud que respondía al
hecho de considerar que una de las causas de violencia de las personas es
derivada de cuando éstas se sienten obviada, desentendida o no escuchada a sus
reclamos. Dentro del proceso de sociabilización de la comunidad universitaria
se asumió la comunicación dialógica y efectiva como una manera de atenuar la
violencia interpersonal y colectiva, de manera que todo el equipo de gobierno
desde el vicerrectorado, las coordinaciones y los departamentos estaban
abiertos a escuchar y resolver, de forma consensuada con los interesados, sus
problemas o peticiones.
En materia de protestas por el presupuesto, es preciso establecer que el tema del reclamo del justo presupuesto ha sido una constante desde hace más de 60 años en las universidades venezolanas, en esa época 1993-1999, una época de democracia, donde la posibilidad de expresarse libremente era significativas para los universitarios, eran común estos reclamos convertidos en protestas, pero en ese periodo de gestión, logramos convencer a los gremios que asumieran y, así lo hicieron, de manejar responsablemente los reclamos del presupuesto justo, con la participación y liderazgo de ellos mismos. Se acordó, mediante un orden pacífico y constitucional, no utilizar a los estudiantes como carne de cañón en actos violentos de calle con pérdidas irreparables.
.- ¿Cómo cataloga o define su gestión en el NURR? ¿Qué faltó por
realizar?
R: No es adecuado que yo califique mi
gestión, pero los entendidos y muchos de los miembros de la comunidad universitaria
dicen que fue muy buena. Si se quiere profundizar sobre el asunto recomiendo
revisar los índices de gestión de los diversos periodos vicerrectorales en la
Dirección de Planificación y Desarrollo d la ULA (PLANDES)
¿Qué falto por realizar? En materia de infraestructura se tenían proyectadas las obras
siguientes y no se construyeron:
-
La consolidación del Centro Integral
del Deporte Universitario con los estadios de beisbol y fútbol en la Villa del
Prado, ambas obras estuvieron programadas y presupuestados en MINDUR, pero en
una reformulación presupuestaria de este ministerio desaparecieron. Este
proyecto se enmarcó dentro de la propuesta presentada por el NURR al Congreso
Nacional de la República a objeto de que se construyeran dentro de los terrenos
de la Villa Universitaria del Prado las instalaciones deportivas de JUDENATRU
96. Se construyeron los gimnasios, pero no los estadios.
-
La construcción del Auditorio de la
Villa Universitaria del Prado tal como está propuesto en la maqueta de la
ciudad universitaria. Se hicieron las gestiones ante los organismos competentes
en Caracas y se propuso un auditorio con capacidad para 800 personas. Esta obra
era parte del proyecto de convertir a la Villa Universitaria del Prado en un
centro cultural para las comunidades universitaria, así como de La Plazuela,
Tres Esquinas, El Prado, Pampanito y Pampán. Se hicieron gestiones ante la
comisión de finanzas del Congreso Nacional como de MINDUR.
-
El cambio del techo de los módulos
del Prado y construir en esos espacios edificaciones de dos plantas para
docencia e investigación de las áreas de agrícola y pecuaria, en especial, para
los programas de Ingeniería Agrícola, Ingeniería de la Producción en
Agroecosistemas, Técnico Superior Agrícola y Pecuaria, y futuras carreras como
Educación para el Trabajo Agrícola y Pecuario, y las carreas de Ingeniero y
Técnico Superior en Ingeniería Agrícola, mención Agroindustria. Estas
solicitudes fueron hechas ante MINDUR.
-
La construcción de la Biblioteca
Universitaria para el estado Trujillo en la Villa Universitaria, hicimos
gestiones ante el Congreso de la República con el apoyo de Rector Miguel
Rodríguez. Esta obra los vicerrectores subsiguientes continuaron
satisfactoriamente las gestiones, pero tristemente no se ha concluido esta
importante obra para toda la sociedad trujillana, por razones que escapan de
las capacidades de gestión del NURR.
-
El Proyecto de Jardín Botánico en los
terrenos de la Villa Universitaria que dentro de sus propósitos están preservar
la presencia y control de los terrenos por la universidad, que siempre han
estado amenazados de intervenciones foráneas y de invasiones; desarrollar un
espacio de biodiversidad de la flora y la fauna como laboratorio vivencial para
el eco desarrollo; como parque botánico de contacto para las comunidades
trujillanas. Este proyecto liderado por el profesor Rafael Urosa ha continuado,
pero pese al esfuerzo de los proyectistas y líderes del proyecto, no ha tenido
el ritmo de concreción deseado.
En materia curricular se trabajó en varias nuevas carreras, unas concluidas, y otras que no se concluyeron, consumándose en gestiones vicerrectorales subsiguientes como son; Educación, mención Preescolar, mención Educación Física y Deporte, mención Artes (música, artes plásticas y artes escénicas), Ingeniería en Producción en Agrosistemas, Ingeniería Agrícola, mención Agroindustria, entre otros proyectos.
.- Frente a las políticas oficiales de las últimas dos décadas,
las cuales han mermado la operatividad y funcionamiento de las universidades
autónomas, al punto de conducirlas a un cierre técnico, ¿qué banderas y
acciones, en el marco constitucional, sugiere desplegar en el NURR?
R: Este tema
reviste una gran complejidad por los diversos factores y circunstancias que
generan esta crisis o este ciclo oscuro que sufre las universidades
venezolanas. Todo comienza con la creación por parte del régimen de la Misión
Alma Mater que ha consistido en un proceso de conversión de la universidad
libre y democrática en una universidad socialista, tal como lo establece la Ley
Orgánica de Educación donde el Estado Docente se arroga el derecho de imponer
el modelo educativo a la sociedad venezolana de acuerdo a la ideología e
intereses del Estado Revolucionario.
Las
comunidades universitarias se han negado y resistido a esta imposición del
modelo de universidad socialista, rechazando la ley de educación universitaria
propuesta y derrotando electoralmente cualquier intento de tomar por la vía de
los votos a las universidades autónomas. Esto ha conducido a que el gobierno
por la vía de decretos ha ido desmantelando la autonomía universitaria, tanto
académica como administrativa, con énfasis en un feroz cerco
financiero-presupuestario que ha ido creando un terrible deterioro de las
instalaciones universitarias, obsolescencia de bibliotecas, centros de
información, limitaciones para la investigación y la docencia, bajos salarios de los docentes y trabajadores
universitarios, en si, un ambiente inhóspito, desmotivador, para la vida académica, siendo ésta la causa
más significativa de la diáspora estudiantil y profesoral. Cuestión que se ha
profundizado con el tema pandemia.
Plantearse
modos y banderas de lucha universitaria pasa por el tema político nacional ya
que la crisis deriva de políticas estatistas e intervencionistas del gobierno
nacional, lo que exige de un movimiento nacional, regional y local en defensa
de la universidad democrática frente a la imposición de la universidad
socialista, con el apoyo no solo de la comunidad de intereses interna de la
universidad sino de todas la sociedad en general, en el entendido que si no hay
universidad no hay futuro, y que su desaparición o cierre definitivo es un
retroceso del país y el fin de las oportunidades de calidad para los jóvenes
venezolanos.
La lucha por un presupuesto justo, por un salario digno, por una seguridad social de calidad y oportuna es una lucha nacional de todas las universidades venezolanas, de manera, que es obligación de cada universitario enterarse y participar en las diversas jornadas donde se demanden estos asuntos. Estos reclamos no se lo pueden dejar solo a los gremios, es preciso que se involucren las autoridades, los cogobiernos y la comunidad universitaria en general.
.- En continuidad con el punto anterior.
¿Qué opinión merecen las reiteradas pretensiones oficialistas de vulnerar la
autonomía universitaria?
R: En el NURR es necesario que las autoridades vicerrectorales junto con los
gremios, grupos académicos y de opinión se conformen en una unidad monolítica
de defensa de la autonomía universitaria, la desmovilización y fragmentación de
la comunidad universitaria solo favorece al régimen. Es propicia la ocasión del
50 aniversario del Núcleo Universitario para retomar la visibilización de la
institución, no solo mostrando su crisis, sino las bondades y beneficios que ha
dado el NURR a la sociedad trujillana en este medio siglo de existencia.
Recordemos que el NURR es la universidad de Trujillo, la universidad de los
trujillanos, retomemos ese calor que le han dado siempre. Actitud muy
pertinente hoy que todos nos necesitamos para sobrevivir en esta tragedia
nacional, unidos y activos en el empeño de reactivar nuestra universidad
autónoma y democrática.
.- Basado en su experiencia como Decano Vicerrector del NURR,
¿cuáles directrices o estrategias propone ejecutar para el rescate y
relanzamiento de la universidad autónoma, de manera especial en el Núcleo
Trujillo, en cuanto al diseño de políticas universitarias eficaces y
eficientes, ya sea bajo esquemas de autogestión, alianzas con factores
productivos privados hasta con el gobierno en sus distintos niveles?
R: Pienso que
el vicerrector Geovanny Castellanos junto con el Consejo de Núcle, los gremios
y sindicatos deben asumir el liderazgo, tanto en la convocatoria como en el
desarrollo de una estrategia de reactivación de la institución, no se debe
dejar que sea el azar quien resuelva la crisis o que venga alguien de Mérida a
resolverla, hay que reaccionar, superar la desmovilización de la comunidad
universitaria. Para ello, propongo las
siguientes líneas estratégicas:
1.
La
convocatoria de la comunidad universitaria para hacer presencia en los espacios
universitarios, presencia que debe ir convirtiéndose en definitiva a medida que
se van creando las condiciones para tal permanencia.
2.
Diseñar un
plan de reactivación de las funciones universitarias con el consenso de la
mayoría de los miembros del NURR, consenso obligatorio para acrecentar el
compromiso con la institución.
3.
Establecer
las responsabilidades de las diversas actividades y eventos conducentes a la
reactivación institucional. Conformar equipos de trabajo para ayudar a
incorporar la mayor cantidad de actores universitarios.
4.
Construir
un cronograma del desarrollo de actividades y eventos planificados, que sirva
de referencia para evaluar el proceso de reactivación.
5.
Delinear un
sistema o esquema de evaluación y autoevaluación del proceso de reactivación.
6. Mantener informada a la comunidad universitaria y a la comunidad en general del proceso de reactivación institucional. Se debe, en ese sentido, desarrollar una plataforma digital de información aprovechando las bondades de las redes sociales virtuales.
.- ¿Cuál es su mensaje a los rangelianos que con sentido de pertenencia aún continúan en pie de lucha por mantener, en la medida de sus posibilidades, activa a la universidad? Asimismo, ¿qué mensaje dirige a los jóvenes bachilleres y profesionales que desean ingresar o dar continuidad a sus estudios de pre y postgrado en el NURR, pero que por múltiples dificultades ven mermada esta posibilidad?
R: A los rangelianos que aún permanecen
en pie de lucha para mantener abierta a la universidad… A los que, pese a las
terribles condiciones que sufre el NURR han permanecido laborando, reciban mi
respeto y admiración, son ustedes mis héroes. Gracias a ustedes la universidad ha estado parcialmente
abierta, con muchas carencias y dificultades pero funcionando mínimamente, son
ustedes quienes le han dado oxígeno a la institución en un momento que
pareciera que ha entrado en terapia intensiva. Ustedes tienen el privilegio de
ser los que organizan el regreso y el encuentro de los universitarios en la
etapa de reactivación institucional. Mi aplauso de pie.
Mensaje a los bachilleres para que se
reincorporen a la universidad… Estimados y respetados bachilleres, la universidad pública y gratuita
es una oportunidad, que si nos la dan no
podemos desperdiciarla, la universidad es el espacio académico para la madurez como adulto, me refiero a la
madurez intelectual y emocional en el paso de estudiantes a egresados, sobre
todo, para obtener una profesión con prestigio como herramienta para la
superación individual y familiar, una profesión para serle útil al país.
Es verdad que hoy en Venezuela ser profesional
universitario no le asegura a nadie su progreso, y esto está desanimando a
muchos jóvenes bachilleres a ingresar o reintegrarse a la universidad. Sin embargo, también es verdad que en las
crisis estudiar es la mejor inversión, la formación intelectual como un
científico o un técnico de alto nivel
mejora las oportunidades laborales en un mercado de trabajo cada día más
complejo y exigente.
Les invito a repensar esta posibilidad de integrarse a la comunidad
universitaria rangeliana como estudiante, en una institución con mucho
prestigio regional y nacional. Estoy seguro que las autoridades, profesores y
trabajadores del Núcleo Universitario Rafael Rangel hacen y harán lo humano
posible para reactivar la Universidad de Trujillo para el beneficio de toda la
sociedad trujillana y su vecindad. Aún
en esta terrible crisis la universidad trujillana no ha bajado la guardia para
defenderse y para estar dispuesta a cumplir los objetivos y compromisos
asumidos con los trujillanos desde hace 50 años.
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