El catedrático Pedro Rivera Chávez tiene casi cinco
décadas impartiendo clases en el NURR-ULA (Foto: Carlos Cegarra) |
*Discurso del profesor Pedro Rivera Chávez durante el
acto de institucionalización como director emérito de los Servicios Bibliotecarios
del Núcleo Universitario Rafael Rangel (Serbinurr) y designación de su epónimo
a la Biblioteca de la Extensión Boconó*
Villa Universitaria, 11 de diciembre de
2023.
Quiero iniciar estas palabras que
magnifican el reconocimiento que se me hace en vida, marcando un hecho
significativo en el acontecer de esta casa que vence las sombras y que debe ser
la constante, para justipreciar a tantos funcionarios que le han dado con su
denodada actividad la parte más importante y fructífera de su existencia al
NURR-ULA para hacer de él, el emporio de conocimientos más importante en esta
tierra de Cristóbal Mendoza, Antonio Nicolás Briceño, Laudelino Mejías, Mario
Briceño Iragorry y de tantos prohombres que han marcado impronta en la columna
del haber de Trujillo.
Remarco lo anteriormente señalado,
con un eterno agradecimiento en primer término, a los integrantes de la Unidad
Académica propulsora de esta iniciativa, el Fondo Editorial “Mario Briceño
Iragorry”, quienes con una generosidad ilimitada propusieron a las instancias
correspondientes, la propuesta de que se me concediese la designación de
Director Emérito de la Biblioteca “Aquiles Nazoa”, del NURR y que se le diese
mi nombre a la Biblioteca de la Extensión Boconó del NURR, proposición que
siguió los canales regulares dentro del proceso administrativo señaladas en la
ley, por lo que debo igualmente agradecer la confianza de los integrantes del
Consejo del Núcleo, quienes la aprobaron por unanimidad, así como también mi
agradecimiento a los integrantes del Consejo Universitario, quienes se hicieron
eco de la solicitud y la aprobaron.
Pero este agradecimiento también me
sale hacerlo al Profesor Conrado Daboin,
quien me designó como Director de la Biblioteca de Pregrado “Aquiles Nazoa” del
NURR, cuando ejercía su cargo como Vicerrector del NURR, así como a los
Profesores Gladys Gutiérrez y Eric Brown, quienes me ratificaron en el cargo
cuando ejercieron el Vicerrectorado del NURR,
en los 9 años de mi primera experiencia en la conducción de esta
Dependencia y al actual Vicerrector Decano, Profesor Geovanny Castellanos en
estos últimos cinco años y que, por prescripción médico, tuve que dejar, en contra de mi voluntad.
Sin embargo, este agradecimiento no
puede terminar aquí, sino que también debo hacerlo, a los funcionarios que me
acompañaron en el cumplimiento de esta noble misión, y que son los verdaderos
merecedores de este reconocimiento, por su labor diaria, callada y soterrada
que hace posible el quehacer diario de la actividad bibliohemerográfico, y que
permite la prestación de un servicio eficiente a nuestros usuarios en los
diferentes servicios que en las distintas salas se prestan.
La biblioteca es la columna vertebral
de cualquier casa de estudios superiores, es el abrevadero al cual acuden
nuestros estudiantes principalmente, a saciar la sed de conocimientos y de
nuevos saberes, es el lugar ideal al cual acceder para encontrar la verdad y
donde se perfecciona el conocimiento y se moldea una nueva vida, bastión
fundamental para la incorporación al mercado de trabajo y a la conducción de un
nuevo país, que clama exasperadamente por profesionales cada vez más capaces y
honestos, que le permitan salir de este estado de indefensión de un régimen que
se quiere perpetuar en la conducción del país,
pasando y avasallando los más nobles principios morales y culturales; y
que ha arrinconado fundamentalmente a las universidades autónomas, convirtiéndolas
en un despeñadero de ilusiones, negándole los recursos que requiere para su
funcionamiento y que en nuestro campo se traduce en la no asignación de nuevos
cargos, lo cual se traduce en que tengamos salas sin funcionarios durante dos o
más días en la semana; así como la eliminación de la asignación de textos para
las bibliotecas universitarias.
Ello nos ha obligado a reinventarnos
y no el de permanecer indiferentes ante esta nueva situación. Nuestra actuación
ha de ser acorde con las circunstancias que se vivan en un momento determinado,
y no seguir frente al burocratismo central que muchas veces nos agobia, y
diría, el de ser irreverentes en un momento determinado en la conducción de la
dependencia.
Lo importante es no tener miedo, y
quiero traer a colación esta frase “no tengan miedo” y saben por qué… esta
frase sabían ustedes que aparece en la Biblia, y aparece 365 veces, es decir, una vez cada día
del año. Si hacemos las cosas que deban hacerse, saliéndonos de los canones
establecidos, podemos beneficiar a la Dependencia y quiero resaltarles dos
hechos significativos que demuestran fácilmente esta aseveración.
Durante nuestra primera incursión
como conductores de la Biblioteca del NURR surgió un proyecto nacional
organizado y dirigido por la OPSU, que lideraba el Profesor Luis Fuenmayor
denominado “Proyecto Alma Mater” para la dotación de libros a Universidades
Venezolanas. Para ello los Directores de las Bibliotecas Universitarias debían
recabar los datos de las Escuelas o Departamentos que consistía en llenar una
planilla con los datos esenciales del libro: Título, autor, ISBN, editorial,
etc, y enviarla vía email a la OPSU.
Recuerdo que se hizo el trabajo y los
Departamentos y Maestrías nos hicieron llegar las planillas, pero no en la
cantidad que aspirábamos. Entonces la Licenciada Cecilia Vargas, Directora de
la Biblioteca de Postgrado y mi persona, como Director de la Biblioteca de
Pregrado, adoptamos una postura que se alejaba de la directriz establecida, y
buscamos catálogos de las librerías ubicadas fundamentalmente en Caracas y un
día antes de que finalizara el proyecto trabajamos Cecilia y yo, desde las dos
de la tarde hasta las nueve de la mañana del día siguiente; llenando fichas de
textos actualizados con las diferentes asignaturas de las carreras y maestrías
que se dictaban en esta casa de estudios, o sea, que asumimos el trabajo que le
correspondía hacer a los docentes. Recuerdo que una vez, una profesora me
señaló que la Biblioteca era una caterva de libros viejos, y que ironía tiene
el destino, esa docente no lleno su planilla. Y que se logró, con ese ardid,
que acometimos: el que se le incorporara a los
estanterías de ambas bibliotecas, cerca de 14.000 ejemplares
actualizados, pues de cada título, enviaban 2, 5 ó 10, ejemplares basado en el
número de alumnos que cursaban esa asignatura.
En el segundo ejercicio de nuestro
devenir gerencial nos encontramos con una dolorosa realidad. La OPSU suspendió
el envío de textos a las Universidades y ello nos obligó a tomar una decisión
que nos incrementaría nuestro capital bibliohemerográfico y en comunión
perfecta entre el Vicerrector y la dirección de los Servicios Bibliotecarios del
NURR, acordamos recibir donaciones de Docentes, Instituciones y amigos del NURR, cuyo número alcanza ya más de 5.000
títulos, y aquí también saltamos los lineamientos burocráticos centrales y
apliqué nuevamente la frase: “No tenga miedo”.
Se recibieron los textos y ahora se
está trabajando en la aplicación de los lineamientos requeridos por el Nivel
Central para recibir donaciones. Consideré que lo esencial era aprovechar el
fervor de las donantes, recibir los libros y luego proceder, por falta de
personal, a llenar los requerimientos legales.
No tuve miedo y ya los Servicios
Bibliotecarios tienen en su haber esa gran cantidad bibliohemerográfica. No
tengan miedo de asumir riesgos que mejoren la institución; ello nos permitirá
salir del oscurantismo y pasar al resplandor de la verdad. La Biblioteca de
Pregrado del NURR se constituye como la primera biblioteca del Estado por su
contenido bibliohemerográfico.
En la sala de préstamos tenemos cerca
de 42.000 textos de los cuales 24.000 son de Ciencias Naturales y 14.000 de
Ciencias Humanísticas, en la Sala de Publicaciones Periódicas existen más de 22.000 revistas en español, inglés,
francés y portugués; en la Sala de Derecho contamos con más de 4.000 textos y
en la de Referencia más de 8000 ejemplares entre enciclopedias, anuarios,
diccionarios, tesis de grado, etc., además de ser los depositarios de la FAO en
el estado y que sumados a las dos salas de la Biblioteca de Postgrado que
alberga cerca de 20.000 ejemplares suma un gran total cercano a los 100 mil
textos, amén de más de 5.000 CD con trabajos de ascenso, tesis y otros.
Igualmente quiero significar que hemos dejado el proyecto de una sala especial
de Salud para alumnos de Medicina, Farmacia, Bioanálisis y Psicología,
aprovechando las nuevas donaciones, que pueden prestar un servicio de préstamo
interno para alumnos de otras universidades que funcionan en el estado y que
nos permitiría establecer convenios interinstitucionales en las que saldría
favorecidos estudiantes de esas carreras.
Para ello, solo se requiere la
asignación de nuevo personal, por las instancias centrales, lo mismo que para
el funcionamiento de todas las salas que conforman los servicios
bibliotecarios. El Supremo Hacedor ha sido benigno conmigo en el plano laboral
y me ha permitido alcanzar posiciones cimeras a lo largo de mi ejercicio
profesional y los cargos que he ejercido me han permitido formar una legión de
amigos que se acrecienta con el devenir de los tiempos, ya que los he acometido,
sin avasallo de desprestigiar a ningún ciudadano, sino que los he desempeñado
con la humildad que se debe demostrar, así como tampoco para la práctica de la
deshonestidad y el apropio de riquezas
mal habidas.
Me tocó dirigir
durante más de 6 años la política educacional del Estado Trujillo como Director
de Educación del Estado, y durante más de 1 año conducir políticamente al
Estado como Secretario General de Gobierno y Gobernador Encargado en varias
oportunidades, así como ser el Subsecretario General del partido que rigió los
destinos de gobierno en varias oportunidades, amén de haber ejercido diferentes
funciones directivas en institutos de Educación de los Estados Trujillo y
Mérida; pero lo que verdaderamente me ha llenado, en mi profesión, es el de
desempeñarme en las aulas de clase por un lapso que rebasa los 64 años de
ejercicio y la palabra que más me ha costado digerir es “jubilación”.
Dos grandes
educadores marcaron mi vida por la dedicación al magisterio, un magisterio
honesto y profesional, un magisterio de crecimiento permanente, un magisterio
de verdadera pasión consustanciado con los más nobles propósitos de un país que
reclama de sus hijos un verdadero lugar patrio que permita la convivencia y la
solidaridad ciudadanas.
El primero fue
el Doctor Luis Beltrán Prieto Figueroa por su larga carrera como hombre público
a quien conocí personalmente en el acto de graduación de la primera promoción
de maestros normalistas de la Escuela Normal “Antonio Pinto Salinas”, de la
cual yo era su Director y que vino en representación de la familia “Pinto
Salinas” como padrino de la misma y
mantuvimos una conversación personal por cerca de 1 hora en la que me expuso
las virtudes de Antonio Pinto Salinas, y por qué la aceptación de hablar como
orador de orden, así como de otros aspectos de vital importancia e interés por
lo que sucedía en el país, así como su pasión por su querida patria y como
recuerdo, uso una máxima de Pinto Salinas, asesinado en las llanuras del suelo
patrio por los secuaces de Pedro Estrada. Señalaba Antonio Pinto Salinas, como
presagio de que sus días estaban contados esa célebre máxima: “A veces es
preferible hacer despacio el camino pero dejar marcada la huella”.
El otro, es el
icono de la ULA, el Dr. José Vicente Scorza, con quién mantuve una muy cordial
amistad, y una relación profesional de altura, de quien aprendí lo poco que
conozco del manejo de la ciencia, ya que estuve a su lado, trabajando en su
laboratorio, acompañándolo en la captura nocturna de Flebótomos y fui en dos
oportunidades, coautor de dos trabajos, especialmente de uno intitulado “Uso de
un derivado de la Pentamidina contra Tripanozomacruci y Tripanozomaevansi”, que
realizamos y efectuamos durante casi un año.
De José Vicente
aprendí que no existe límite de tiempo para realizar la o las actividades en
que estamos inmersos, que nos debemos entregar en cuerpo y alma al logro de los
objetivos y que lo más importante no son nuestros méritos, sino el
reconocimiento de quienes están bajo nuestra asesoría, ya sea en la docencia,
ya sea en los funcionarios, que nos acompañan en la conducción de cualquier
ente público o privado.
Quiero terminar
esta disertación con unas palabras del poeta Venezolano Pérez Bonalde en su
poema “Vuelta a la Patria” sólo traigo madre que ofrecerte pueda esta flor
amarilla del camino y este resto de llanto que me queda y parafraseando al
bardo Pérez Bonalde diría “Sólo tengo que ofrecerte pueda ULA querida, esta
pasión que me desborda y el resto de vida que me queda”.
Institucionalizan a Pedro Rivera Chávez como director emérito de Serbinurr
(Foto: Carlos Cegarra)
(Foto: Carlos Cegarra)
(Foto: Carlos Cegarra)
Excelente discurso y que Dios le siga dando voluntad y fuerza para seguir guiando al espíritu trujillano y universitario, Dios te bendiga.
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