La iniciativa pretende culminar en el NURR el semestre B-2019 y el U-2019 de Derecho (Foto: Carlos Cegarra)
PRENSA ULA-NURR / Gilcely Linares (CNP 15.221) Bajo la denominación de un régimen especial no presencial, el Núcleo Rafael Rangel (Nurr), la Universidad de Los Andes (ULA) en Trujillo, culminará las actividades académicas suspendidas desde marzo por la pandemia.
En tal sentido, el vicerrector
encargado Geovanny Castellanos afirma que la jornada de instrucción está sustentada
en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación e inicia el 26 de
octubre hasta mediados de diciembre 2020, según directrices del Consejo
Universitario, respaldadas por los consejeros de Núcleo.
La iniciativa acoge a todas las
carreras semestrales, enmarcadas en el B-2019, así como el año lectivo de
Derecho U-2019, habiendo adaptando los procesos de enseñanza-aprendizaje de las
unidades curriculares a la modalidad virtual, con excepción de prácticas de
campo y laboratorio junto a las actividades físicas.
Cuando comenzó la cuarentena al
semestre y al U-2019 de Derecho –dijo- le faltaban pocas semanas para concluir,
de allí su actual reprogramación, caso contrario ocurrió con el U-2020 de
Comunicación Social, el cual apenas comenzaba, previendo sea retomado el
próximo año.
El vicerrector (e) del NURR, Geovanny Castellanos, cuestiona que la Apula-Trujillo no respalde retomar las clases en cualquier modalidad (Foto: Carlos Cegarra) |
Labor y exhorto
Castellanos insistió en las
acciones desplegadas por la ULA, en especial desde el NURR, por seguir siendo
epicentro del saber. A propósito de las clases online expuso que varias
instancias universitarias trabajan inmensurablemente para lograr los objetivos
trazados, siendo su bandera adecuarse a los nuevos escenarios, al mismo tiempo
de generar oportunidades.
“Pensando en el bienestar país,
universitario y sobre todo de nuestros estudiantes, hago un llamado democrático
a participar en el reinicio de actividades docentes. Sin duda, como comunidad
ulandina y civil tenemos que realizar esfuerzos, sacrificios, continuar dando
la batalla, además otorgarle alternativas a los jóvenes interesados por avanzar
en su formación”, opina ante la posición asumida por la directiva de Asociación
de Profesores de la Universidad de Los Andes (Apula), seccional Trujillo,
conjuntamente con alrededor de 80 catedráticos, quienes alegan la carencia
total de condiciones para impartir clases en cualquier sistema.
El vicerrector reconoce los
problemas con la conectividad, electricidad, demás servicios básicos, carestía
de vida, escasez de combustible, entre otros pesares nacionales, pero asevera
que “es precio utilizar los recursos disponibles, ofrecer oportunidades en
medio de las adversidades, incluso ser ejemplo que sí se puede salir adelante”.
Defienden
la autonomía
Desde su óptica “no es momento de
negativa, ataques ni divisiones, es necesario sumar e ir al encuentro, siempre en
pro de la universidad, en defensa del más preciado bien intangible: su
autonomía, sin olvidar su pluralidad y respeto democrático”.
Insiste que la Alma Mater, en
ninguna circunstancia, puede abandonarse ni doblegarse a pretensiones
contrarías a su autonomía, debe ingeniárselas para permanecer abierta.
Situación
institucional
El déficit presupuestario, bajos
salarios al personal, becas estudiantiles irrisorias, deterioro de plantas
físicas, paralización del comedor y transporte universitario son aún
reivindicaciones pendientes en la ULA.
A ello se suma –agrega-, las
invasiones en terrenos del Jardín Botánico del NURR, ubicados en la principal
sede regional de pregrado, sin existir, pese a denuncias, respuestas o
soluciones de entes oficiales.
Sobre el balance en materia de
seguridad, informa que de marzo a mediados de agosto, la Villa Universitaria
fue blanco de ocho robos y cuatro desvalijamientos, sin embargo, después no se
han registrado hechos lamentables.
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