Profesores universitarios son agentes de la resiliencia
El 5 de diciembre conmemoramos una vez más, el Día del Profesor Universitario, fecha
imborrable en la impronta de cada uno de ellos, en la que recordamos hace ya 68
años atrás, la aprobación de la Ley de
Universidades, tras el derrocamiento de la dictadura de Marcos Pérez
Jiménez.
Además, permite hacer un
alusivo homenaje al docente
universitario por su innegable labor en la formación de nuevos profesionales,
motores activos en el progreso y consolidación de nuestra querida Venezuela.
Desde esa fecha queda
instituido tan glorioso día, producto del quehacer en el seno de la Junta de
Gobierno que ejercía el poder supremo en el país.
Lo que permitió, en ese
entonces, que las universidades
recuperasen su legítima autonomía de administrar libremente, sin cortapisas
de ninguna naturaleza, sus propios recursos y actividades relacionadas con el
manejo pulcro de las mismas.
Lamentablemente, las universidades autónomas se han
convertido en verdaderos recuerdos de lo que significa la Ley de Universidades,
que reconoce a los docentes universitarios el esfuerzo en la transmisión de
conocimientos y experiencias a esa legión de estudiantes que acuden a sus
aulas, para convertirse en los futuros profesionales, honestos y capacitados
moral y académicamente para la conducción de Venezuela, tanto en el ente
público o privado.
Considero que un profesor universitario, debe ser un
excelente profesional de la enseñanza superior que combina a la perfección, la
docencia, la extensión, la investigación y el servicio académico, que lo
convierten no sólo en dador de clases, sino en el guía por excelencia de sus
estudiantes, evaluando sus progresos y alcances.
Podríamos en ese
sentido aseverar que a grosso modo que sus funciones esenciales son:
a. Enseñanza y tutoría. Debe impartir clase, realizar
seminarios, etc.
b. Investigación. Un verdadero docente universitario debe
generar a través de este proceso, nuevos conocimientos en su área, publicar
esos resultados en revistas científicas, llevando esa presentación a
conferencias y congresos, que permita una libre discusión con otros docentes.
c. Evaluación. El docente universitario debe practicar a sus
alumnos, una evaluación continua y sistemática que le dé una clara visión de
cuál es el desempeño de los estudiantes, que es preferible conocer a través de
la aplicación de exámenes, trabajos de consulta y de investigación, aún como de
cualquier otra actividad programada.
d. Servicio académico. El docente universitario debe
involucrarse en diferentes tareas administrativas y de gestión dentro de la
institución en la cual presta servicio.
e. Desarrollo del pensamiento crítico. El docente
universitario tiene como norte esencial el de fomentar e incentivar el
pensamiento crítico en los estudiantes, motivándoles al desarrollo de una
visión más profunda de su área de estudio.
Pudiéramos
señalar que el perfil de un profesor universitario lo podemos sintetizar así:
- Actitud entusiasta.
- Clases proactivas:
dinámicas e interactivas.
- Empatía con los
estudiantes.
- Uso de experiencias
reales.
- Manejo de las TIC.
- Ayuda de la IA.
- Cero negativismo.
De consideración:
No existe definición
única del concepto de profesor universitario, aquí algunas opiniones:
Jean Piaget. “Un guía que oriente
durante el proceso de enseñanza y aprendizaje”.
Ángel Díaz
Barriga. “Es un trabajador intelectual con reglas claras”.
Vigotsky. “Un actor social que
trasmite la cultura y planifica la educación para ser un agente de cambio en el
desarrollo de los estudiantes”.
Rivera López. “Un gestor de procesos
de aprendizaje con medios interactivos, un guía y orientador en constante
actualización, además de un promotor de valores éticos y morales”.
Brady García
Montero y otros. “Es un crítico reflexivo, comunicativo y abierto a la colaboración
capaz de desarrollar habilidades y fomentar la capacidad crítica y autónoma en
los alumnos”.
Tedesco y Tenti. “Es un ser capaz de
su evolución histórica que pasa de modelo como maestro-sacerdote, apóstol a
modelo de maestro-profesional, consolidado en el siglo XX con exigencia de
conocimientos pedagógicos específicos”.
Paulo Freire. “Lo considera en dos
sentidos; uno es la relación con el conocimiento y el otro en la formación de
la autonomía”.
En resumen el
profesor universitario:
Es el actor principal de la educación superior
en nuestra sociedad que clama y exige cada vez más docentes comprometidos
medularmente en el proceso pedagógico actual.
En el día de hoy, el
docente universitario debe desempeñar un rol, que lo desmarque de dicha
realidad y lo convierte en una verdadera figura
multifacética que no sea sólo un transmisor de conocimientos sino un auténtico
facilitador de habilidades para la vida, en un apoyo emocional para sus
estudiantes y la comunidad que lo convierten en un dinámico agente de cambio
que puede adaptar la pedagogía y la tecnología a estas nuevas realidades.
En consecuencia, el profesor universitario es un agente de
la resiliencia, siendo un papel preponderante en coadyuvar a los
estudiantes en su desarrollo personal y profesional, llegando incluso a
guiar su pensamiento crítico, ayudándolo lógicamente a su adaptación en ese
entorno incierto, que les permita su incorporación y adaptación a un mercado
laboral para alcanzar nuevos derroteros y así poder construir su proyecto de
vida.
Durante una época de
situaciones adversas y para quienes creemos en el resurgimiento de una
universidad verdaderamente autónoma, democrática y pluralista, debemos promover y desarrollar estrategias para
evitar la deserción escolar, fundamentalmente en los grupos vulnerables.
Ante ello, nuestro papel capital es el de reconocer en
cada uno de nuestros estudiantes como individuos, para de esa manera
podamos comprender sus necesidades vitales, sus antecedentes sociales, sus
verdaderos intereses, su estado emocional y sus habilidades convirtiéndonos
como lo señaló David Ausubel: “El docente universitario debe ser quien
quiere en el aula un ambiente que invite a todos a observar, investigar,
aprender a construir su aprendizaje y no sólo seguir lo que él hace o dice”.
Aquí podemos completar
con lo señalado por Larry Page: “siempre de más de lo que esperan de ti”.
Situación universitaria
Es conocido que el
gobierno ha reducido los presupuestos de las universidades autónomas.
La universidad
pública sobrevive con déficits presupuestarios muy superiores al 90%, lo que ha conllevado a
que la formación presencial ha sido sustituida por la formación virtual.
De igual manera, la
crisis económica que padece Venezuela ha traído como consecuencia una deserción masiva y continua de docentes,
profesores y personal ATO.
A ello se le agrega, una infraestructura cada vez más deteriorada
por la falta de mantenimiento, lo cual ha ocasionado una baja calidad de la
enseñanza, amén de la inseguridad en sus campus
universitarios.
Lo anterior es parte del
panorama que nos circunda para este 5 de diciembre del 2025.
Mensaje esperanzador
Quiero finalmente darles
un saludo esperanzador en nuestro
día, a todos los docentes universitarios de las 72 universidades públicas, las
26 universidades privadas y de los 73 institutos y colegios universitarios regados
en todo nuestro país.
La convicción es que,
como el ave fénix, resurgiremos para
ocupar nuevamente la posición cimera en la conducción del proceso universitario
de la patria de Bolívar, con una máxima de Mario Benedetti: “Lucha por
lo difícil, lo fácil lo tiene cualquiera”.
Anuncian PHE para carreras anuales del NURR (+Fechas de inscripciones
y evaluación)
Relación entre Rafael Rangel y José Gregorio Hernández: Vínculos y Coincidencias
NURR | El
semestre B2025 tiene 384 alumnos nuevo ingreso (+Fotos Bienvenida)
Reflexiones y propuestas
| Volver al pasado

No hay comentarios.:
Publicar un comentario