*** En una primera reunión de trabajo se acordó realizar una consulta a toda la comunidad universitaria sobre el rescate del núcleo junto a su participación en el programa del cincuentenario, también reactivar convenios, solicitar apoyo externo y acercarse, sin distinciones políticas-ideológicas, a distintos sectores

Trujillanos respaldan rescate del Nurr-ULA (Foto: Carlos Cegarra)

PRENSA ULA-NURR / Gilcely Linares (CNP 15.221) La primera convocatoria pro rescate del Núcleo Rafael Rangel (Nurr), la Universidad de Los Andes (ULA) en Trujillo, fue fructífera. Hubo un significativo intercambio de ideas y surgimiento de propuestas en defensa de la institución, la cual el 23 de junio del 2022 arriba a su 50 aniversario.

La actividad se desarrolló el pasado 19 de enero en la Casa Carmona Dr. Antonio Luis Cárdenas, bajo medidas de bioseguridad, siendo el clamor común luchar por mantener activa, al servicio de las comunidades, con criterios de extensión e investigación y formando las nuevas generaciones de profesionales, a la universidad.

Al tiempo de comprender el contexto actual que demanda una serie de exigencias muy distintas a las de 1972, cuando un gran equipo de visionarios consolidó el Núcleo Trujillo. Los presentes coincidieron en la premura de sumar esfuerzos para superar las adversidades y redimensionar las estrategias a seguir, siempre enfocadas en el bienestar ulandino y trujillano.

Entre las iniciativas inmediatas a implementar acordaron: realizar una consulta a toda la comunidad universitaria sobre el rescate del núcleo junto a su participación en el programa del cincuentenario, también reactivar convenios, solicitar apoyo externo y acercarse, sin distinciones políticas-ideológicas, a distintos sectores.

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Participaciones

Autoridades vicerrectorales, profesores, personal administrativo, técnico y obrero, además dirigentes estudiantiles, representantes gremiales, sociedad civil, entre otros respaldaron la causa pro Nurr. Como anfitrión de la reunión de trabajo, el vicerrector encargado, Geovanny Castellanos, hizo un bosquejo histórico de la ULA Trujillo e insistió en propiciar reflexiones profundas y desinteresadas sobre la universidad, tomar como referencia las gestas anteriores más los nacientes planteamientos, con la finalidad de apostar por retomar el crecimiento institucional conjuntamente con sus niveles productivos y operativos.

La autoridad rangeliana destacó que abordarán un relanzamiento del Nurr en su nuevo ciclo de vida mediante un modelo que permita en las condiciones de cambio responder a múltiples requerimientos. En sus intervenciones la coordinadora académica, Francys Mendoza, y el coordinador administrativo, José Luis Valera, se enfocaron en mantener el Nurr de puertas abiertas, entendiendo tanto los universitarios como trujillanos la responsabilidad que tienen con el máximo referente de educación superior en la región. Asimismo, señalaron que el Nurr y sus integrantes deben internalizar que la educación cambió, representando un llamado a evaluar, adaptarse y concretar propuestas.

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El cronista del Nurr, Alí Medina Machado, catalogó el cercano aniversario como “una oportunidad de oro”, en especial para crear conciencia y reinventarse, ir más allá de discursos, asumiendo la responsabilidad del caso. Alertó que: si muere el Nurr sucumbirá la vida universitaria en Trujillo.

Por su parte Kabir Mendoza, coordinador de la Dirección de Asuntos Estudiantiles (Daes), invitó a dejar de ser sujetos pasivos a convertirse realmente en activos pro Nurr, sincerar quiénes tienen un compromiso y vocación arraigada para trabajar en su rescate y funcionamiento. Desde su óptica la universidad debe cambiar, de lo contrario perecerá.

Mientras que Eiver Saavedra, presidente del Centro de Estudiantes del Nurr (Cenurr), exhortó a derrotar las barreras burocráticas dentro de la institución, diligenciar, impulsar la autogestión, a la vez retomar la presencialidad académica y razonar sobre el rol preponderante de los estudiantes en la recuperación universitaria.

Por los gremios asistieron Nelly Jérez, de la Asociación de Empelados de la ULA (Aeula), y Gilberto Peña, del Sindicato de Obreros de la ULA (Soula), esté último en el derecho de palabra abogó por el acercamiento con la gobernación, alcaldías, demás empresas públicas y privadas, en procura de establecer alianzas estratégicas a favor del Nurr. Otros ulandinos en efectuar sus planteamientos fueron Thomás Torres, por la Coral del Nurr, aunado a los profesores José Franco y Francisco Crespo, quienes exhortaron a elevar la reflexión, compromiso y vocación ulandina.

El legislador opositor Joaquín Aguilar otorgó un espaldarazo a la causa pro rescate del Nurr. Defendió la unificación de criterios, de la misma manera el accionar con objetivos comunes, considerando la posibilidad de la ULA Trujillo en repensarse y actualizarse durante sus 50 años, previendo construir una nueva universidad, acorde a los retos o desafíos por venir. La sociedad civil estuvo representada por Jesús Ávila, quien emplazó a los universitarios a reanudar su rol protagónico en la creación de proyectos de progreso regional.